domingo, 10 de enero de 2016

HISTORIA MEDIEVAL – La caída del Imperio Bizantino

LA CAIDA DE CONSTANTINOPLA Todo hacía suponer que los días de la antigua capital del Imperio estaban contados. En 1447, el emperador Juan VIII consiguió acordar una tregua con los otomanos, porque éstos estaban por entonces preocupados por asegurar su dominación en los Balcanes; pero poco después la ofensiva comenzó de nuevo, y Constantino IX —él último de los emperadores bizantinos— apresuró el fin con su inhábil política de provocación. En abril de 1453, el sultán Mohamed llegó hasta los muros de Constantinopla y puso sitio a la ciudad. Una inercia suicida había paralizado al pueblo de la capital, al cual el clero incitaba a orar antes que a combatir; las tropas, en cambio, trabajaban febrilmente en la defensa, inutilizando las minas que colocaba el enemigo y rechazando los ataques parciales de los genízaros. Tan eficaz parecía la defensa, que el emperador Constantino rechazó la intimación del sultán para que entregara la ciudad. Pero sus esperanzas fueron vanas, y el 29 de mayo Mohamed ordenó el asalto, que concluyó en poco tiempo con la caída de la ciudad. La mortandad fue espantosa. La ciudad quedó sembrada de cadáveres y por sobre ellos entró al siguiente día el sultán, cuando se dirigió a Santa Sofía para consagrarla como mezquita de la fe musulmana. El Imperio Bizantino había sucumbido, y con él un bastión poderoso para la defensa del occidente europeo.
MAHOMED II. Una medalla florentina representa el perfil de Mahomed II, conquistador de Constantinopla en 1453.

domingo, 27 de diciembre de 2015

HISTORIA MEDIEVAL - El ámbito de la cultura medieval

LA TRADICION ROMANA Y EL IMPERIO DE ORIENTE Pese a la decadencia política del imperio, su cultura no pereció con las invasiones ni con la caída del poder político en el Occidente. Por lo pronto, el hecho de que perdurara el Imperio de Oriente permitió que se siguiera pensando que el imperio no había desaparecido sino en parte y, acaso, transitoriamente; pero, además, las formas de vida y la tradición espiritual de Roma no fueron arrasadas en todas partes, sino que subsistieron en vastas zonas; y aun en aquellas donde no gozaron de la estimación de los conquistadores, se filtraron sus recuerdos y perduraron sus reminiscencias. Así, la tradición romana constituyó, en diversa medida, la base de la cultura medieval. La mitad oriental del imperio sufrió los primeros golpes de los invasores germánicos y debió soportar luego nuevas olas de pueblos diversos; además, heredó las preocupaciones de la defensa de la frontera parta, que tantas dificultades había creado al imperio. Pero pudo sobreponerse a todo y, pese a la disminución progresiva de su territorio y a los graves peligros en que estuvo, perduró durante diez siglos. Desde el punto de vista de la cultura, el Imperio de Oriente —conocido durante la Edad Media con el nombre de Imperio Griego o Imperio Bizantino—mantuvo encendido el fuego de la tradición clásica, si bien acentuó la significación de los elementos griegos, que eran los originarios de esa región. Desde el punto de vista político, perpetuó la tradición del Bajo Imperio y se ofreció como modelo a los estados que surgieron durante la Edad Media. Para muchos, y aún muchos siglos después de la caída del Imperio de Occidente, el imperio seguía viviendo en virtud de esta supervivencia del emperador de Constantinopla.

domingo, 20 de diciembre de 2015

HISTORIA MEDIEVAL - El ámbito de la cultura medieval

LOS MUSULMANES Los árabes también invadieron parte del Imperio Romano. Eran pueblos nómadas de la Arabia que, en el siglo VII, se aglutinaron alrededor del profeta Mahoma, cuya fe monoteísta abrazaron con ardor y violencia. Poco después ocuparon extensas zonas del imperio y se establecieron en ellas, con su autoridad política, sus costumbres y tradiciones. Sin embargo, pese a la diversidad de sus hábitos, los musulmanes supieron hallar en la tradición romana elementos de valor, especialmente en el campo de las artes y de las ciencias. Los musulmanes fueron, en verdad, los mejores herederos de la tradición científica de la antigüedad, que perpetuaron y desarrollaron. Estos fueron los diversos elementos étnicos y espirituales que incidieron sobre la tradición romana para formar ese complejo mundo que se conoce con el nombre de Edad Media. Tres grandes bloques se constituyeron en la cuenca del Mediterráneo; el Imperio Bizantino, el Califato musulmán —luego disgregado— y el que componían los diversos estados romano- germánicos, unidos por la autoridad espiritual del papado, y, eventualmente, por un emperador. Por épocas, estos bloques parecieron incomunicados entre sí; pero hoy sabemos que no fueron estériles los períodos durante los cuales se establecieron relaciones entre ellos. Muchos aspectos aparentemente confusos de la historia y la cultura medievales se explican por el entrecruzamiento de estas diversas influencias. En rigor, no existe una época homogénea a la que pueda llamarse con propiedad Edad Media, como si fuese una sola cosa. Distinta en cada uno de aquellos tres bloques, es también distinta en cada una de las tres etapas que la caracterizan en el Occidente: la época de los reinos romano-germánicos, la época del feudalismo y la época burguesa, llamada generalmente baja Edad Media.

domingo, 13 de diciembre de 2015

HISTORIA MEDIEVAL - El ámbito de la cultura medieval

La caída del Imperio Romano de Occidente abre, para esta regióndel inundo antiguo, una nueva era a la que la historia conoce con el nombre de Edad Media. Es importante tener presente que, en rigor, la expresión Edad Media sólo tiene valor para esa región. Carece, en cambio, de significado para la China, la India y América, zonas que tienen una evolución cultural independiente y sobre la cual no repercute, naturalmente, la caída del imperio. La Edad Media es, pues, el período de tiempo que transcurre entre la caída del Imperio de Occidente, en el siglo y, y la época del descubrimiento de América. Suelen indicarse estos hechos u otros como signos simbólicos; en realidad no existen divisiones tan absolutas en el proceso histórico y no hay que tomar estas fechas sino como meramente convencionales. Pero estos diez siglos no corresponden a la Edad Media sino en la cuenca del Mediterráneo, esto es, allí donde perdura, en mayor o menor medida, el recuerdo de la tradición romana. Sobre el fondo común de la tradición romana, en efecto, se superpusieron nuevas influencias. Nuevos pueblos —los germanos, los árabes, y algunos grupos menores— se apropiaron del suelo y elaboraron a su modo la antigua cultura dando a las regiones que ocuparon un aire peculiar. Nuevas corrientes culturales incidieron sobre esas zonas; por una parte, las que llevaban consigo los pueblos invasores; por otra, las de la tradición griega que resurgió en el Imperio de Oriente, y las del cristianismo, que cuajó vigorosamente en todo el mundo mediterráneo. Es imprescindible, para comprender la evolución espiritual de la Edad Media, tener presente la significación de cada uno de estos elementos.

HISTORIA MEDIEVAL - El ámbito de la cultura medieval

La caída del Imperio Romano de Occidente abre, para esta regióndel inundo antiguo, una nueva era a la que la historia conoce con el nombre de Edad Media. Es importante tener presente que, en rigor, la expresión Edad Media sólo tiene valor para esa región. Carece, en cambio, de significado para la China, la India y América, zonas que tienen una evolución cultural independiente y sobre la cual no repercute, naturalmente, la caída del imperio. La Edad Media es, pues, el período de tiempo que transcurre entre la caída del Imperio de Occidente, en el siglo y, y la época del descubrimiento de América. Suelen indicarse estos hechos u otros como signos simbólicos; en realidad no existen divisiones tan absolutas en el proceso histórico y no hay que tomar estas fechas sino como meramente convencionales. Pero estos diez siglos no corresponden a la Edad Media sino en la cuenca del Mediterráneo, esto es, allí donde perdura, en mayor o menor medida, el recuerdo de la tradición romana. Sobre el fondo común de la tradición romana, en efecto, se superpusieron nuevas influencias. Nuevos pueblos —los germanos, los árabes, y algunos grupos menores— se apropiaron del suelo y elaboraron a su modo la antigua cultura dando a las regiones que ocuparon un aire peculiar. Nuevas corrientes culturales incidieron sobre esas zonas; por una parte, las que llevaban consigo los pueblos invasores; por otra, las de la tradición griega que resurgió en el Imperio de Oriente, y las del cristianismo, que cuajó vigorosamente en todo el mundo mediterráneo. Es imprescindible, para comprender la evolución espiritual de la Edad Media, tener presente la significación de cada uno de estos elementos.

sábado, 5 de diciembre de 2015

HISTORIA MEDIEVAL - El ámbito de la cultura medieval

LOS GERMANOS Los germanos constituyeron, después de las invasiones, la clase dominante en todos los estados que surgieron del seno del Imperio Romano de Occidente. Se ha discutido mucho cuál era el grado de su civilización en el momento de la conquista, y cuál fue la influencia que sus tradiciones ejercieron. Sin duda habían alcanzado un nivel considerable de desarrollo; se habían hecho sedentarios, vivían en aldeas, cultivaban la tierra y mantenían un activo comercio con las zonas fronterizas romanas, gracias al cual se había producido ya un activo intercambio en el campo de las costumbres y las ideas. En lo fundamental, sin embargo, mantuvieron sus antiguos hábitos. Eran de temperamento violento y, en general, dados a la caza y a la guerra, no sólo por necesidad, sino también por vocación. Su organización política era de tipo democrático; la asamblea de hombres libres constituía la más alta potestad en materia política y era ella la que decidía con su voto en las más graves cuestiones de la comunidad. A veces el régimen se tornó en una suerte de aristocracia, y otras, llegó a constituirse bajo la forma monárquica. Pero, en este último caso, las atribuciones de los reyes eran muy limitadas y estaban controladas por los consejos y asambleas. En lo jurídico, los germanos mantuvieron sus tradiciones. La venganza de sangre, la composición, o sea la indemnización por el daño causado, el juicio por ordalías, la limitación de la propiedad privada, eran otros tantos rasgos de su vida jurídica, que diferían de los principios del derecho romano. Y en cuanto a su religión, creían en ciertos dioses de la naturaleza, presididos por Odín o Wottan. Los dioses, decían los germanos, viven en un paraíso, el Walhala, al que llegarán todos aquellos que mueran como valientes en los combates. Allí gozarán de toda clase de delicias y serán servidos por las hermosas walkirias. Después de ingresar en territorio romano comenzó a producirse la conversión de los germanos al catolicismo, al que llevaron, por su parte, crecida cantidad de sus antiguas supersticiones y creencias; sólo los godos habían sido convertidos antes por los misioneros.

domingo, 29 de noviembre de 2015

HISTORIA MEDIEVAL - El ámbito de la cultura medieval

EL CRISTIANISMO En el área geográfica del antiguo imperio, el cristianismo fue la religión predominante. A partir de su reconocimiento por Constantino, a principios del siglo IV, la Iglesia se organizó ajustándose a la organización administrativa y política del imperio, de modo que, desaparecido éste en Occidente, conservó la tradición de su autoridad universal. Así lo reconocieron los distintos reinos que aparecieron en esa región, que vieron en el papado el heredero de aquella autoridad. La Iglesia fue, así, el vínculo de unión que impidió la disgregación espiritual del Occidente, al que mantuvo unido por la comunidad de la fe. La autoridad de la Iglesia mantuvo también la unión entre el Occidente y el Oriente, hasta que, en el siglo XI, se produjo la escisión entre las dos iglesias por el llamado Cisma de Oriente. Pero aún después, la comunidad de la fe unió a las dos antiguas regiones romanas frente a los infieles musulmanes, afirmando la radical unidad espiritual por encima de las divisiones políticas e incluso eclesiásticas. El cristianismo destruyó algunos de los ideales más característicos de la tradición romana, pero no fue totalmente impermeable a esa tradición y se desvió, en muchos aspectos, de sus contenidos primitivos para amoldarse a la concepción romana de la vida que predominaba en lo que había sido el imperio. Puede decirse que el cristianismo se romanizó, y la organización de la Iglesia constituye, en este aspecto, el testimonio más evidente, sin ser el único. Por otra parte, como el cristianismo se acuñó con determinados caracteres durante los últimos tiempos del imperio, el recuerdo de Roma quedó indisolublemente unido al cristianismo, que eternizó la lengua latina y el nombre de la Ciudad Eterna.
SAN JUAN DE BAÑOS. La basílica fundada en 661 por Recesvinto es quizá la más clásica de todas las basílicas latinas de la época visigoda, fue erigida por este rey en acción de gracias, luego de sanar de una enfermedad.