sábado, 31 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

TEORIA HUMORAL DE LA TRANSMISION SINAPTICA. Todas las características de los reflejos que hemos señalado pueden explicarse admitiendo que en la transmisión de la excitación nerviosa a través de la sinapsis intervienen mediadores químicos del tipo de la acetilcolina. El período latente prolongado se debería a que en cada sinapsis del reflejo, se requiere cierto tiempo para la elaboración del intermediario químico. El efecto de suma se explicaría por la desaparición relativamente lenta del intermediario químico al nivel de la sinapsis, lo que permitiría su acumulación por aportes sucesivos de cantidades insuficientes hasta sobrepasar la cantidad necesaria para provocar la descarga. La posdescarga también se debería a la persistencia del intermediario. En cuanto a la inhibición central, podría explicarse por la desaparición más rápida del intermediario excitante, o por la existencia de otra sustancia de propiedades inhibitorias.
TEORIA ELECTRICA DE LA TRANSMISION SINAPTICA. Si bien existen argumentos experimentales importantes en favor de la teoría humoral, también existen otros que permiten explicar la transmisión sináptica como un fenómeno puramente eléctrico. Cuando el potencial eléctrico en pico llega a la sinapsis, después de haber recorrido el axón, puede excitar a la neurona siguiente en la misma forma que lo haría una descarga eléctrica aplicada en ese punto.

ARQUEOLOGIA - Los pobladores primitivos de América

LOS RESTOS ARQUEOLOGICOS ATRIBUIBLES AL HOMBRE FOSIL EN LA AMERICA DEL SUR La corroboración arqueológica de la antigüedad de los hallazgos antropológicos de la Argentina, como estudiamos en el curso de Antropología, tentó principalmente al propio Ameghino. Este ha dividido las dos industrias líticas, que cree encontrar en los yacimientos, clasificándolas bajo el nombre de "piedra quebrada" y "piedra hendida". La primera presenta una especie de eolitos, pero aun más rudimentarios y primitivos. La segunda consiste en objetos logrados sobre láminas (arrancadas de núcleos apoyados en otras piedras a manera de yunque, por percusión) y terminados mediante retoques, que les convierten en instrumentos rudimentarios. Se los encuentra en todos los pisos geológicos, desde el chapalmalense hasta el actual, pero sólo en una pequeña zona de la provincia de Buenos Aires, que es la que provee de cuarcita. Es muy curioso que al lado de este instrumental tan primitivo se suelen encontrar objetos finamente pulidos, como bolas o piedras de boleadoras, con o sin surco central, totalmente iguales a las de los indígenas modernos. Frenguelli ha intentado, sin embargo, una discriminación tipológica entre piezas antiguas y modernas. Algunos huesos que presentan incisiones o raspaduras hechas por dientes de animales fueron presentados por Ameghino como resultados del trabajo del hombre terciario. Estudios posteriores no lo demostraron, de manera que sus presuntas "pruebas" arqueológicas no aparecen hoy como válidas. En cambio no se equivocó en la atribución humana de las "escorias" y de las "tierras cocidas", que consideró como restos de fogones primitivos. Los primeros exámenes hicieron suponer un origen natural volcánico o ígneo; pero los estudios de Wright y Fenner —sobre la base de materiales recogidos por Hrdlicka y Willis dieron finalmente la razón a Ameghino. Todo ello, pues —unido a los susodichos hallazgos antropológicos—, es prueba suficiente de que el hombre primitivo ha habitado esta parte del continente americano desde épocas remotas, acaso parangonables con las de su presencia en Europa.
LAMINAS DE MIRAMAR. Estas piezas proceden de yacimientos superficiales existentes en el litoral marítimo sur de la provincia de Buenos Aires (Argentina). Tales instrumentos son claramente de tipo paleolítico. Según Márquez Miranda.

viernes, 30 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

CLASIFICACION DE LOS REFLEJOS. Los reflejos pueden clasificarse de varias maneras según el punto de vista que se considere. a) Según el tiempo de aparición. Se denominan reflejos innatos o incondicionales los que existen desde el nacimiento. Los que se adquieren en el curso de la vida son los reflejos adquiridos o condicionados. Se mencionó un ejemplo de éstos al hablar de secreción salival. b) Según el número de segmentos que intervengan. Los reflejos cuyo arco ocupa un solo segmento medular se llaman reflejos segmentarios. Aquellos cuyo arco ocupa varios segmentos se denominan reflejos intersegmentarios. Un ejemplo de éstos es el reflejo del rascado. La excitación de una zona del dorso y flanco de un perro provoca la flexión y extensión rítmicamente alternada de la pata posterior del mismo lado. c) Según el tipo de receptores. Se denominan reflejos enteroceptivos los que tienen su origen en las vísceras; reflejos exteroceptivos son los que tienen sus receptores en la piel y en los órganos de los sentidos y son provocados por estímulos externos; y reflejos propioceptivos, aquellos cuyos receptores se hallan en los músculos, tendones, articulaciones y laberinto. d) Según el nivel del sistema nervioso en que se efectúen. Así hay reflejos medulares, bulbares, protuberanciales, etc.
ALGUNOS TIPOS DE REFLEJOS. Se denomina reflejos a respuestas características a estímulos específicos. a) Un grupo importante de los reflejos tipos lo constituyen los reflejos de defensa, dirigidos a remover estímulos nocivos o a alejar al organismo de dichos estímulos. El más simple es el reflejo de flexión, que consiste en la flexión de un miembro al cual se ha aplicado un estímulo doloroso. La percepción del dolor no es factor indispensable pues el reflejo se produce en animales descerebrados. b) Otro grupo lo constituyen los reflejos posturales, denominados así porque gracias a ellos se mantienen la postura y el equilibrio del cuerpo. El más típico es el reflejo de estiramiento, o sea la contracción de un músculo en respuesta al estiramiento de sus fibras. Por ejemplo el reflejo rotuliano: la percusión del tendón de los músculos extensores de la pierna provoca su estiramiento. Existen en el tendón y en el músculo receptores propioceptivos, sensibles a la distensión que, por vía refleja, determinan la contracción de los extensores de la pierna. Estos reflejos de estiramiento tienen gran importancia, pues de ellos depende la semicontracción permanente de los músculos que hemos mencionado al hablar del tono muscular, y también depende de ellos, en parte principalísima, el mantenimiento de la postura.

ARQUEOLOGIA - Los pobladores primitivos de América

ANTIGÜEDAD DE LOS RESTOS FOSILES EN AMERICA DEL NORTE Una de las pruebas habitualmente utilizadas por los prehistoriadores europeos para la determinación de la antigüedad de ciertos restos humanos es su asociación con los de la fauna fósil. Este procedimiento ha sido igualmente empleado en América del Norte desde lejanos tiempos, especialmente por Wilson y Osborn, aunque las primeras observaciones datan de 1839. Hachas de mano, puntas de sílex, láminas aguzadas, han sido recogidas en terrenos sembrados de osamentas de elefantes y de mastodontes en Tennessee y en otros estados de la Unión. Y en el recordado, se han hallado, repetidamente, restos humanos vinculados con huesos de desdentados fósiles, especialmente en una caverna, en la cual los hallazgos óseos de fauna fósil eran frecuentes, como lo denuncia su nombre: Big Bone. Similarmente a lo acontecido con algún otro sensacional hallazgo de la América del Sur, de que más adelante hablaremos, Martín ha encontrado incrustada en el omóplato derecho de un bisonte fósil, en un yacimiento cuaternario, una punta de sílex trabajado. Williston postula que este hallazgo es suficientemente demostrativo de la contemporaneidad del hombre y de aquella especie fósil del bisonte. En contra de este tipo de argumentaciones otros autores, como Clarke, sostienen la continuidad de la existencia de ciertos mamíferos (como por ejemplo el mastodonte) hasta el comienzo de los tiempos modernos, con lo cual desaparecería la prueba de la antigüedad humana. Esta tesis se fundamenta en el carácter muy superficial de algunos de los yacimientos faunísticos, así como en las representaciones de mastodontes en objetos grabados, hechos de conchillas de moluscos y de pendientes de piedra y encontrados en Delaware, Pensilvania y Missouri. La antigüedad del hombre en América del Norte puede señalarse por dos tipos de documentos: los restos humanos y los vestigios de industria. Para éstos, debemos referirnos a los diversos hallazgos de objetos de piedra tallada, de edad pleistocena, encontrados en diversos estados de la Unión (Minnesota, Nevada, Indiana, Ohio, Nueva Jersey, etc.), así como en México. Precisamente es en el último yacimiento norteamericano citado en el que se han detenido, con mayor vivacidad, las discusiones que los restos hallados motivaron. En efecto, en 1875, Abbott encontró instrumentos de cuarcita y argilita, en el antiguo lecho del río Delaware. No vaciló en considerarlos como representativos de una industria humana muy primitiva en sus manifestaciones v muy antigua. En efecto, su similitud con algunas hachas amigdaloides europeas era muy grande. Además estas piedras talladas eran encontradas en terrenos que contenían restos de fauna fósil. Vale decir, que las condiciones del yacimiento parecían indicar formalmente la presencia de un hombre pleistoceno en América del Norte. Quince años después Holmes, Mac Gee y Brinton mostraron la similitud de estos supuestos vestigios pleistocenos con los núcleos abandonados por indios de la época de la Conquista, después de haber obtenido láminas o lajas diversas de ellos. Algo más tarde todavía, una contrarreacción de Boule, en 1893, pretendió devolverles el crédito. Las opiniones se dividieron: Chamberlin negó su antigüedad, en tanto que Putnam la afirmaba. Por último, Volk y Abbott, en 1911 y 1912, por vías distintas, llegaron a las mismas conclusiones. Ellas han permitido establecer que existen en esos yacimientos tres estratos que encierran otras tantas capas culturales. El más antiguo es una formación fluvio-glaciar, efectivamente pleistocena, y en la que aparecen los núcleos antiguos que parecen estar tallados. Por encima de ella se nota la existencia de una capa amarilla, arenosa, de cuarcitas y argiritas indiscutiblemente talladas, de factura evidentemente más antigua que la de los indígenas de la época de la ocupación inglesa del territorio. Por último, hay una capa superficial, de tierra negra, en la cual se encuentran vestigios de cerámica y piedra pulida, que son los pertenecientes a los indios lenapé, que el hombre blanco encontró al ocupar esas tierras. La huella de pasos humanos, impresa por el peso del hombre sobre la superficie de arcilla natural o de lava volcánica, se ha creído encontrar en Carson (Nevada); pero estudios más minuciosos han demostrado que las supuestas huellas humanas eran las dejadas por algunos grandes desdentados. Un hallazgo similar cerca del lago de Managua, en la América Central, debe de ser muy moderno, pues los pies debieron estar calzados con mocasines. Sin embargo, una capa superior muestra la existencia de huesos de mastodontes. Hrdlicka supone que se trata de movimientos del terreno, que habrían alterado el orden natural de sucesión de estos estratos. En cuanto a los restos de industria, habría que comenzar por los que los dos autores antes mencionados, Abbott y Volk, encontraron en Trenton, durante las investigaciones que antes hemos reseñado. Son documentos insuficientes, muy destruidos, y que, por lo tanto, no pueden dar una respuesta concluyente a aquella pregunta capital.
LOS SILEX DE TRENTON. Mucha tinta han hecho correr los instrumentos tallados en trozos de argilita que han sido hallados en los terrenos aluvionales de Trenton, a dos metros de profundidad. Según Wilson.

jueves, 29 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

CARACTERISTICAS DE LOS REFLEJOS. a) Período latente. Es el intervalo de tiempo entre la aplicación de un estimulo al receptor y la respuesta motriz reflejada. Parte del retardo se debe al tiempo necesario para que el impulso nervioso recorra las vías periféricas aferente y eferente. Si se resta este tiempo periférico, que puede medirse, del período latente del reflejo, se tiene el tiempo central del reflejo o retardo central. Este retardo central se debe principalmente al retardo sináptico, y es tanto mayor cuanto mayor sea el número de neuronas internunciales, y por consiguiente de sinapsis, que intervengan en el arco reflejo. b) Suma y facilitación. La estimulación de un nervio aferente provoca en la célula eferente del arco reflejo un estado de excitación; si el estímulo ha sobrepasado el umbral, la célula eferente descarga un impulso. Si el estímulo es subliminal (por debajo del umbral) la célula eferente no descarga un impulso, pero el estado de excitación producido por la llegada del estímulo persiste durante cierto tiempo, y puede sumarse con otros estados de excitación provoca dos por impulsos subliminales que llegan a la célula eferente sucesiva (suma temporal) o simultáneamente por otras vías (suma espacial). De manera que la reiteración de estímulos subliminales o la llegada simultánea de varios estímulos, cada uno de los cuales es incapaz de por sí de determinar una respuesta, se suman y provocan la descarga de la célula eferente. Si el estado de excitación persistente en la célula eferente ha sido provocado por un estímulo que ha provocado respuesta, se habla de facilitación. c) Posdescarga. En un nervio periférico estimulado cesa todo efecto al dejar de estimularlo. En cambio en un arco reflejo la respuesta del órgano efector continúa hasta varios segundos después de haber cesado el estímulo del órgano receptor. Esto es debido, probablemente, a la persistencia en las neuronas internunciales del efecto producido por la estimulación de los aferentes. d) Inhibición. Inervación recíproca. Se denomina inhibición la supresión de la actividad de un efector por acción nerviosa. Un ejemplo claro de inhibición nerviosa es el paro cardíaco producido por la excitación del vago. En este caso la inhibición es periférica: el impulso nervioso inhibe la actividad del efector y sabemos que lo hace por la liberación de un intermediario químico: la acetilcolina. Otro tipo de inhibición lo constituye el principio de Inervación recíproca. La excitación del nervio sensitivo de un miembro produce la flexión del mismo (reflejo de flexión) y la extensión del miembro del lado opuesto (reflejo de extensión cruzada). Pero al mismo tiempo que se contraen los músculos flexores del miembro excitado y se contraen los músculos extensores del lado opuesto, se relajan (se inhiben) los músculos antagonistas: extensores en el miembro excitado y flexores en el del lado opuesto. La inhibición en este caso no se debe a una inhibición periférica, pues no existen nervios relajadores de los músculos. Se debe a una inhibición central, que tiene por resultado la disminución de los impulsos que normalmente envían las neuronas motoras a los músculos que se relajan en el reflejo de flexión.

ARQUEOLOGIA - El Neolítico fuera de Europa

EN EL NORTE DE AFRICA Por el prestigio de sus culturas históricas, Egipto ha sido investigado mucho más que cualquiera de las otras regiones del norte de Africa. De ahí que, para el período que nos ocupa, podemos llegar, a este respecto, a resultados de conjunto, desde fines del siglo pasado. Ellos son debidos a J. de Morgan. Las investigaciones posteriores no han alterado las conclusiones a que él llegó, en 1898. Según los estudios de J. de Morgan pueden señalarse en Egipto dos fases del Neolítico: la del hacha pulida del tipo europeo, en la cual todo el material del instrumento es obtenido del sílex, que en el valle del Nilo ha dejado muy pocas huellas, y el período o fase Eneolítica, en el cual el trabajo en aquella piedra habría logrado su máximo esplendor. Es el momento en el que también aparecen en Egipto las primeras muestras de uso del metal. Tanto el avance artístico, testimoniado por la cerámica y por otros aspectos de la industria manual, como esa introducción inicial de los metales parecen provenir del Oriente, según investigaciones cada vez más asertivas. El arqueólogo sueco Montelius, basándose en una confrontación de los datos estratigráficos de las ruinas de Susa con respecto a las del valle del Nilo, ha calculado en veinte mil años la antigüedad de las hachas de piedra egipcias ya mencionadas. En opinión de J. de Morgan, esta estimación es muy elevada, ya que concedería doce mil años a la duración de la primera faz neolítica pura en aquellos países. Según sus estudios, ni las ruinas de Susa ni las del valle de los Reyes permiten aceptar una antigüedad tan marcada. En su crítica de tales concepciones cronológicas, el arqueólogo francés llega a expresar que "toda apreciación a este respecto no puede ser más que del dominio de la imaginación". Si marchamos por la costa del Africa hacia el Oeste, podemos establecer, en toda la región de Túnez y de Argel, la presencia de una industria de la piedra pulida que presenta analogías muy grandes con algunos aspectos de la de Egipto, pero, sin duda, mucho menos desarrollada, ya que no se encuentran en esa región, como tampoco en el Sahara, las grandes y magníficas láminas que son una de las más bellas manifestaciones del Neolítico egipcio. En el Sahara, por ejemplo, encontramos pedernales tallados con mucha mayor profusión que pulidos, y los pulidos mismos revelan una rusticidad de formas que demuestra su poco alejamiento de las primitivas formas paleolíticas. Puntas de flechas, cuchillos, raspadores, conchillas agujereadas para collar, punzones y hasta algunas láminas almendradas, componen ese repertorio tipológico muy rudimentario para tratarse de materiales neolíticos. En cambio, la influencia del Egipto parece haberse extendido mucho más sobre la región de Palestina, a la cual la vincula, en cierta manera, la proximidad territorial y la practicidad de las comunicaciones. Una comparación de los principales instrumentos neolíticos de Egipto y Palestina revela una similitud de formas denotadoras de un verdadero parentesco cultural.
SILEX EGIPCIOS. Ejemplo del instrumental tallado en sílex. Trátase de un hacha de mano, vista por una de sus caras y de canto, proveniente de los alrededores de Tebas (Egipto). Según de Morgan.
SILEX TUNECINOS. Instrumento tallado en sílex y hallado en una de las escargotiéres tunecinas. Según Pallary. Obsérvese su parecido con instrumentos auriñacienses.

miércoles, 28 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

POSTURA Y MOVIMIENTO Los músculos de nuestro cuerpo no cuelgan libres de sus inserciones óseas; aun en reposo están en estado de semicontracción permanente (tono muscular). Ya hemos mencionado el mecanismo reflejo del tono muscular, que es ,uno de los factores principales en el mantenimiento de la postura del cuerpo. El tono muscular es, como ya se sabe; un reflejo propioceptivo originado en: el mismo músculo por su estiramiento Pero este reflejo medular es modificado) por influencias que provienen de los centros superiores. De estas influencias las hay que favorecen el tono proveniente de la corteza cerebral y de los núcleos vestibulares. El shock espinal, que sucede a la sección completa de la, medula se debe a la supresión de esos,impulsos facilitadores. Pero las hay inhibidoras provenientes del cerebro, de la, corteza, y sobre todo del núcleo rojo. Una sección del neuroeje entre los tubérculos cuadrigéminos anteriores y posteriores suprime esta influencia inhibidora y produce en el animal un cuadro, denominado rigidez de descerebración: los cuatro miembros se mantienen rígidamente extendidos, la cabeza y la columna también extendidas y la cola levantada. El animal es incapaz de moverse y de cambiar de postura. Si se lo apoya sobre sus cuatro miembros permanecerá erecto durante largo tiempo, constituyendo esta postura una especie de caricatura de la postura de pie' normal. Del juego recíproco de estos dos grupos de influencias depende la regulación del tono muscular. Se han descrito numerosos reflejos posturales: algunos, que actúan estando el cuerpo en reposo (reflejos estáticos), mantienen la postura y la restablecen; otros actúan estando el cuerpo en movimiento (reflejos estatocinéticos). Todo cambio de postura pondrá en acción a receptores propioceptivos o exteroceptivos de donde partirán reflejos compensadores, al mismo tiempo que dejan de excitarse receptores que mantenían la postura anterior. A) EL LABERINTO. Existen receptores propioceptivos muy importantes que no hemos mencionado hasta ahora y que se hallan ubicados en el interior del cráneo y forman parte del oído interno. Es el laberinto, que está constituido por dos partes: una formada por los tres conductos semicirculares que se disponen en tres planos que están ubicados formando aproximadamente entre sí ángulos rectos. La otra formada por dos cavidades, el sáculo y el utrículo. Ambas partes tienen células sensitivas que son estimuladas de diferente manera según sea la posición de la cabeza. Los cambios de posición del cuerpo, sobre todo aquellos en que se perturba nuestra posición con respecto al suelo, producen excitaciones del laberinto donde inician reflejos que tienen por resultado corregir automáticamente el cambio producido. B) LA CORTEZA CEREBRAL. Los reflejos de tono y los posturales son integrados por mecanismos nerviosos que tienen su asiento en los ganglios del cerebro, en el cerebelo y en la corteza cerebral. La extirpación de la corteza cerebral permite la ejecución de reflejos posturales y reflejos viscerales, pero nunca el conjunto armónico de movimientos que se ve cuando funcionan normalmente los centros corticales.

ARQUEOLOGIA - El Neolítico fuera de Europa

EN EL ELAM Y LA CALDEA Grande es, también, el repertorio de tipos instrumentales del Elam y de Caldea, en donde, junto a los instrumentos neolíticos de mayor tamaño, se suelen encontrar formas microlíticas consistentes en puntas, cuchillos, raspadores, etc. En estas dos regiones pueden señalarse las dos fases ya notadas con respecto al Egipto. La primera, consistente en la fase neolítica pura, en la cual predomina el hacha pulida del tipo europeo, íntegramente constituida de sílex. La segunda, en una fase eneolítica, en la cual el instrumento definidor, desde el punto de vista lítico, es el hacha-martillo, encontrándose además puntas de tipo solutrense, con una gran variación instrumental, acompañadas de una magnífica cerámica pintada cuya decoración denota una estilización muy avanzada.
ESCULTURA SUMERIA (del año 3000 a. de C.). Esta escultura muestra el tipo físico y la vestimenta de ese pueblo del Asia occidental. La estatuilla pertenece a la gliptoteca de Ny Carlsberg. Según Kittel.
Además, se introducen los primeros instrumentos de bronce. Esa entrada de objetos de metal parece haberse operado casi simultáneamente en Egipto y en Caldea —si bien muchos hechos permiten suponer que de la segunda pasó al primero—, en épocas en que está por entrarse en el período netamente histórico. En efecto, parece que es hacia fines del sexto milenio cuando debiera datarse este hecho. Tan temprana época indica que estos países han tenido un período Neolítico puro extraordinariamente breve. El Paleolítico se ha prolongado allí largo tiempo, después ha sobrevenido un Neolítico fugaz y, casi en seguida la temprana Edad del Bronce. Después del gran período artístico del Paleolítico, que llega a su apogeo durante el magdalenense, se ha producido, según se recordará, una desaparición brusca y casi total del arte prehistórico. Los guijarros coloreados del período aziliense nos muestran, en su fría factura geometrizante, la distancia de aquel arte rupestre cálido y lleno de vida y de vigor. Para volver a encontrar al hombre de nuevo interesado en una visión artística del mundo, es menester llegar hasta el Neolítico. Y es, precisamente, en Caldea, en Elam y en Egipto donde esas manifestaciones del arte neolítico se muestran con mayor antigüedad y más grande esplendor. Como en otras partes, el breve Neolítico puro de Susa (la capital del Elam) se confunde casi con el Eneolítico, caracterizado por la aparición de los primeros objetos de cobre. Los habitantes de aquella antiquísima capital comenzaron por instalarse sobre el terreno ondulado, eligiendo especialmente aquellos montículos (como lo harían, más tarde, los primitivos pobladores de Roma) como lugar de habitación. Tallaban el sílex y la obsidiana y obtenían de ellos instrumentos elegantes y fuertes. También de piedra aun más dura, como el granito y la diorita, confeccionaron instrumentos que requerían ese material, menos fácil a la ruptura o al desgaste. La esteatita y las piedras calcáreas les proveyeron, en cambio, de las piezas elegantes,
que exigían un material blando en el cual recortar las curvas exactas. De esta manera fabricaron vasos de piedra, famosos por la armonía y finura de sus formas. Al mismo tiempo mostraban su habilidad manual y sus gustos artísticos en la realización de los elementos de una cerámica fina, confeccionándolos con una pasta muy bien amasada, y de un grano fino y una cocción muy perfecta. Justamente el grado de cocciónacentúa o no la coloración de las delicadas pinturas,casi puramente geometrizantes, castañas o quenegras, cubren sus paredes. Hay varios tipos de esta cerámica de proto-Susa: unos nos muestran series de cántaros ápodos, subglobulosos, a veces sin cuello o con cuellos poco desarrollados, y dotados casi siempre de bocas bien proporcionadas. Otro tipo es el de las escudillas, más o menos profundas, de fondo semicircular o totalmente ápodas. Otro —y sin duda uno de los más elegantes—, es el de los vasos en forma de timbal o de cono truncado, de paredes altas y lisas, con base recta menor que el diámetro de la boca. La decoración geometrizante denotaba ser el último estudio de un proceso creciente de estilización, a partir de los motivos naturales —zoomorfos o fitomorfos (animales o plantas) — que habían constituido su punto de partida. Para alcanzar tal estadio era evidente que los habitantes de esa épocade Susa debían haber recorrido varios siglos de trayectoria evolutiva. Dónde la habían comenzado es, hasta nuestros días, un misterio arqueológico, que posiblemente revelarán algún día metódicas investigaciones. Esto no quiere decir que en el lugar no se hallaran muestras de una cerámica más grosera, realmente primitiva. Pero se encuentran siempre en estratos arqueológicos mucho más profundos y totalmente separados de aquéllos, superficiales, que encierran estas otras muestras del arte de proto-Susa. Más aun, es muy posible que los habitantes primitivos de Susa conservaran, para su uso corriente, algunas de esas muestras de cerámica grosera que hoy se recogen. Pero, sin duda, no las consideraron suficientemente bellas, ornamentadas y elegantes como para darlas, en calidad de ajuar funerario, a sus muertos. En efecto, toda esa bella cerámica es puramente funeraria. Ello nos lleva a considerar que sus decoraciones estilizadas pueden haber tenido un valor mágico-religioso que hoy se nos escapa, vinculado, sin duda, a esas manifestaciones del culto de los muertos y, en general, a su filosofía de la vida, de todo lo cual sólo podemos tener, en la actualidad, las pálidas inferencias que se logran por vía arqueológica.

martes, 27 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

LA NEURONA: FUNCION TROFICA DE LA NEURONA. La neurona es también una unidad trófica. Cualquier parte de la neurona que se separe de la porción celular que contiene el núcleo, muere, mientras que la parte que permanece en conexión con el núcleo sobrevive. La degeneración del fragmento distal del axón se extiende a sus más finas ramificaciones, pero no pasa a las sinapsis y no afecta a otras neuronas vecinas. Después de seccionar un axón la célula reacciona: se producen cambios en el citoplasma y en el núcleo y, como consecuencia de estos cambios, el extremo cortado del axón comienza a dar brotes que crecen en varias direcciones; pero si el extremo distal degenerado se halla, a poca distancia, penetran de preferencia en él y siguen por los tubos formados por las vainas de las fibras que quedan como residuo del proceso degenerativo, hasta las últimas terminaciones del net, vio degenerado. Los restos del nervio cortado sirven, pues, de tutores a los brotes que crecen del extremo seccionado.

ARQUEOLOGIA - El Neolítico fuera de Europa

EN EL EGIPTO No menos importante que el centro cultural de Susa es, desde el punto de vista de la cerámica, Egipto y, dentro de él, el valle del Nilo especialmente. La cerámica egipcia predinástica nos revela, desde épocas netamente neolíticas una gran diversidad de formas. Cántaros globulosos y subglobulosos, ápodos o con base, son las formas más frecuentes. Además aparecen algunos otros en los cuales la boca habitual está acompañada de otras aberturas accesorias, ubicadas en la parte superior de la zona ventral. Por último, como una forma totalmente nueva, aparecen los vasos ápodos dobles, unidos entre sí por su parte media. Las asas son pequeñas, verticales u horizontales y en ello no difieren esencialmente de los vasos de Susa. Sin embargo, no es tan cuidada su pasta. Los de la primera fase de Susa son, evidentemente, de mejor factura desde ese punto de vista. En cambio, la técnica empleada para ejecutar las pinturas exteriores que decoran la cerámica egipcia predinástica es absolutamente propia. No se trata de un enlucido endurecido por el fuego, como en Susa, sino de una pintura ejecutada después de la cocción del vaso, en frío, hecha por medio de colores desleídos en aceite, grasa o cola. Esta pintura final no toma cuerpo tan netamente, como la que se ha trabajado por medio del fuego. La materia orgánica se va destruyendo con el tiempo hasta no quedar de ella más que una capa levísima de polvo adherido por contacto a la superficie externa de la pieza.
CERAMICA EGIPCIA PREDINASTICA. En el cántaro de la izquierda se destaca el tema de la barca de la muerte, transportadora de los difuntos. En el de la derecha, seres humanos estilizados y animales regionales. Lo grosero de algunas ejecuciones contrasta con la fina observación de las actitudes. Según de Morgan.
Parece que muchas de las formas de esta cerámica predinástica se han inspirado en los vasos de piedra, muy ampliamente usados, hasta entonces, en todo el ámbito de Egipto. Incluso la decoración misma parece haber tomado muchos de sus motivos de las vetas de minerales comunes de la región, como el ágata o la cornalina o los cristales de las rocas duras o ciertas huellas dejadas por los moluscos en la formación calcárea. Pero estos temas, puramente naturales, fueron desbordados luego por la aparición de temas religiosos o de escenas de la vida diaria, gradualmente estilizados. Es así cómo nos encontramos con teorías de animales o de personajes, que marchan en procesión; con danzas rituales; con árboles estilizados que ornamentan paisajes y con un tema muy frecuente, que es el de la barca de la muerte. Estos mismos temas llegarán, más tarde, a la arquitectura funeraria, ornamentando las pequeñas y primitivas mastabas, punto de partida inicial de un arte funerario arquitectónico que logra en Egipto, y durante los tiempos históricos, una importancia y magnificencia inigualadas, Esto no debe extrañarnos, pues como en Susa, aquellos bellos exponentes de la cerámica son todos destinados a la constitución de ajuares funerarios. También hay en Egipto algunas otras manifestaciones de una cerámica más grosera, posiblemente de tiempos posteriores, dentro del Neolítico, y que llega hasta épocas francamente Eneolíticas. Se la encuentra a veces en las tumbas, pero también en los basureros o acumulaciones de restos de cocina. Se trata de vasos rojos, alisados y de borde negro. Esta es la manifestación más frecuente. Pero, asimismo, aparecen otros vasos lisos, cubiertos de un engobe rojo, sobre el cual se pinta una ornamentación blanca. Parece tratarse de una aportación extranjera, tanto por la técnica empleada para fijar la pintura (que es su realización antes de la cocción), como por la combinación colorista del blanco sobre el rojo. Ambas maneras técnicas provienen de las islas del Mediterráneo oriental. Algunas de las culturas prehelénicas serían su cuna.

lunes, 26 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

LA NEURONA: LA CONDUCCION DEL ESTIMULO NERVIOSO. El estado de excitación de un músculo se revela por su acortamiento o su tensión y el de una glándula por su secreción, pero en cambio ningún signo visible nos revela el pasaje de un estímulo a través de un nervio. La aplicación de un estímulo a un punto del nervio produce en éste ciertos cambios (excitación local) que se propagan a lo largo de la fibra como la llama por un reguero de pólvora (excitación propagada). La transmisión del impulso nervioso es un proceso que va acompañado de fenómenos metabólicos (aumento del consumo de oxígeno, producción de calor, acumulación de metabolitos) y eléctricos. Al excitar un nervio con una corriente eléctrica u otro estímulo eficaz se produce en el sitio excitado un potencial eléctrico. Si éste alcanza cierto nivel crítico (umbral) se produce un aumento brusco de potencial, que se puede registrar con métodos que captan y amplifican las variaciones eléctricas. En los trazados, este aumento de potencial se registra como un pico o aguja que se propaga a lo largo del nervio. La amplitud del pico es máxima una vez que el estímulo ha llegado al umbral. También el nervio sigue, pues, la ley del todo o nada. Se puede medir la velocidad de conducción del impulso nervioso colocando en dos puntos alejados del nervio electrodos que capten la variación eléctrica propagada, a su paso por cada uno de los puntos, y conociendo la distancia que los separa. Erlanger y Gasser, cuyos estudios sobre la fisiología nerviosa les valieron el Premio Nobel, clasificaron las fibras nerviosas según su velocidad de conducción en fibras A, B y C, dividiéndose el grupo A en 5 subgrupos. Las fibras de mayor velocidad de conducción son las del grupo A, que son fibras con mielina, motrices y sensoriales. Su diámetro alcanza hasta 20 micrones, y su velocidad de conducción hasta 120 m por segundo. El grupo B está constituido por fibras mielínicas de pequeño calibre pertenecientes al sistema simpático, con velocidades de conducción de 3 a 14 m por segundo. El grupo C está formado por fibras muy finas amielínicas, cuya velocidad de conducción no pasa de 2 m por segundo. Como se ve, existe una relación directa entre velocidad de conducción y diámetro de la fibra nerviosa. Los nervios periféricos se componen de fibras de distinto diámetro y por consiguiente de distinta velocidad de conducción.

ARQUEOLOGIA - El Neolítico en Europa

LA TREPANACION Y EL ALFABETO Otra práctica que aparece claramente perfilada en el Neolítico es la trepanación de cráneos. Ignoramos si en Europa se la practicaba sólo en los muertos (aunque en América es evidente que también se la llevó a cabo, con éxito demostrado por la regeneración de los tejidos óseos, entre los primitivos de algunas de las altas culturas de este continente). Tampoco conocemos su finalidad, mágica o médica. Pero los reiterados hallazgos de cráneos de los cuales se habían extraído rodajas de su calota, así como, en otros casos, de estos mismos fragmentos, son prueba de su empleo bastante más frecuente y extendido de lo que podría inferirse de operación tan excepcional. Agreguemos que en el yacimiento de Stradonitz, en Bohemia, se ha encontrado uno de esos fragmentos sobre el que se había realizado una decoración incisa de tipo geometrizante.
VASO DE LA COSTA DEL BALTICO. Este ejemplar proviene de Woldenberg, Prusia Oriental. Cerca del cuello, decoración antropo y zoomorfa; en el vientre, la llamada "de peines" (rayado del barro con incisiones paralelas). Según Almagro.
También ha querido atribuirse a los neolíticos el invento del alfabeto. Pero esta atribución ha quedado finalmente desechada, no sin que la última tentativa tuviese todas las características de una verdadera "batalla arqueológica" entre los que propugnaban tal creencia y quienes se oponían. La disputa se libró en torno a los hallazgos hechos por Morlet y Fradin en la localidad francesa de Glozel. La cuestión trascendió del campo científico al teatro ínfimo y la prensa sensacionalista. En poco tiempo toda la población francesa se dividió en "glozelianos" y "antiglozelianos". Sólo estudios en los que se echó mano del instrumental más moderno, permitieron definir "el affaire Glozel" en un sentido negativo. Los neolíticos no habían conocido el alfabeto.
TREPANACION CRANEANA DEL NEOLITICO. Cráneo con trepanación de la calota verificada en vida, y dos rodajas de calota con orificio de suspensión. Según Exsteens.

sábado, 24 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

NERVIOS CRANEALES Del encéfalo se desprenden doce pares de nervios denominados pares craneales. Son éstos, de adelante hacia atrás: I. Nervio olfatorio, que conduce las sensaciones olfativas desde la mucosa pituitaria de la nariz hasta el bulbo olfatorio del cerebro. II. Nervio óptico, que conduce las sensaciones visuales desde la retina hasta los centros corticales de la visión. III. Nervio motor ocular común, que nace del pedúnculo cerebral y transmite impulsos motores a músculos de la órbita. IV. Nervio patético, que nace del pedúnculo cerebral y transmite impulsos motores al músculo oblicuo mayor del ojo. V. Nervio trigémino, nervio mixto motor y sensitivo, que nace de la protuberancia y conduce fibras motrices a los músculos masticadores. Su raíz sensitiva conduce hacia el bulbo fibras sensitivas provenientes de la cara (piel de la cara, dientes) y mitad anterior de la cabeza. VI. Nervio motor ocular externo, que nace de la parte inferior de la protuberancia y conduce fibras motoras para el músculo recto externo del ojo. VII. Nervio facial, nace en el bulbo y envía fibras motoras a los músculos de la cara y fibras secretorias a las glándulas salivales. También lleva al bulbo sensaciones del gusto originadas en la parte anterior de la lengua. VIII. Nervio auditivo, que lleva a los centros las sensaciones auditivas por su rama codear, y por su rama vestibular los estímulos originados en los canales semicirculares y demás formaciones del oído interno que constituyen, en conjunto, el laberinto. IX. Nervio glosofaríngeo, nervio mixto, que del bulbo conduce impulsos motores a los músculos de la faringe y estímulos secretorios a la glándula parótida, y lleva hacia los centros fibras sensitivas de la parte posterior de la lengua y de la mucosa faríngea. X. Nervio vago, nervio mixto, como el anterior, que nace en el bulbo. Por él van fibras eferentes al corazón, esófago, estómago e intestino delgado, músculos de la laringe, glándulas secretorias del estómago, y vienen fibras aferentes de los pulmones, de la mucosa de la laringe, de la aorta, del estómago, etc. XI. Nervio espinal, que inerva los músculos de la cintura escapular (hombro). XII. Nervio hipogloso, que inerva los músculos de la lengua.

ARQUEOLOGIA - El Neolítico en Europa

LAS HACHAS DE MANO Y LA CERAMICA Debemos agregar que Jacques de Morgan, en un estudio hoy clásico, ha mostrado la complejidad de las formas del hacha de mano en Europa, que no sólo varía según los tiempos sino también según las regiones, precisamente a partir del Neolítico: sus lados redondeados la caracterizan en Inglaterra y Francia; en toda Escandinavia, Finlandia, Norte de Alemania e islas del mar Báltico es tallada y pulida en los borfíticos hoy existentes en la India y Malasia. Uno de los más amplios del Neolítico, el de Robenhausen, en el lago suizo de Pfaefikon, estaba unido a la orilla por un puente de casi dos kilómetros de largo y cubría una superficie de más de dos hectáreas. Las villas lacustres suizas de ese tipo continuaron en uso hasta la segunda fase de la época de Hallstatt. Su abandono pudo deberse, ya a invasiones celtas de Suiza, ya a modificaciones de las costumbres.
CERAMICA DE LOS HABITANTES DE LOS PALAFITOS. La que aquí vemos proviene de Leibach: 1 y 4, cántaros con asas verticales y decoración geometrizante, con predominio de cruces y guardas; 2 y 3, figulinas antropomorfas vestidas. Según Almagro.
Otra prueba del carácter local de las culturas neolíticas se nos ofrece por la diversidad de las formas de entierro. El culto a los muertos se presenta por doquier, pero esta unánime preocupación religiosa tiene muchas formas de expresión diferentes, desde el simple hoyo directamente practicado en la tierra —menos frecuente en Francia que en Alemania—, hasta la construcción de verdaderas tumbas a veces bastante complicadas, pasando por el empleo de las cavernas como lugares sepulcrales. Donde no las había, los neolíticos construyeron abrigos artificiales, especie de verdaderos hipogeos, constituidos por una o dos cámaras, abiertos especialmente en los yacimientos de tiza. En Francia, Turingia, Prusia occidental y otras regiones europeas se empleó la incineración (de la cual no hay huellas, sin embargo, en Inglaterra, Italia ni Suiza). También prosiguió la costumbre paleolítica del entierro en dos tiempos, dejando descansar los huesos en una sepultura inicial, y procediendo luego a su entierro definitivo. Tal costumbre rige desde Inglaterra a Rusia en un área particularmente extensa.

viernes, 23 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

LA MEDULA ESPINAL LOS NERVIOS RAQUIDEOS. De la medula espinal parten simétricamente 31 pares de nervios: son los nervios raquídeos. Cada nervio tiene dos raíces: una anterior o ventral, que lleva fibras eferentes, y una posterior o dorsal que lleva fibras aferentes. Estas fibras aferentes después de abandonar el nervio y antes de entrar en la medula hacen estación en un ganglio, donde están situados los cuerpos celulares de dichas fibras. Cada uno de los nervios raquídeos se distribuye por un sector del cuerpo. Así por ejemplo los músculos del brazo están inervados por fibras motrices provenientes del 59 par cervical. Igualmente se ha podido limitar las zonas periféricas de sensibilidad correspondientes a cada par raquídeo.
SECCION DE LA MEDULA ESPINAL. La sección completa de la medula espinal es seguida por la pérdida total y permanente de todo movimiento voluntario de los músculos cuya inervación motora procede de segmentos de la medula situados por debajo del nivel de sección, así como de la sensibilidad. Si la sección se ha realizado entre el bulbo y la medula, se tiene lo que se llama un animal decapitado o espinal. En este caso se interrumpen las vías eferentes que gobiernan los músculos respiratorios y el animal muere si no se le hace respiración artificial. Una sección por debajo del primer segmento dorsal provocará la parálisis de los músculos del abdomen y del miembro inferior, sin afectar a los músculos respiratorios ni a los del miembro superior. Cuando se produce la sección completa de la medula por una bala u otro tipo de lesión aguda en el hombre, siente éste la sensación de que ha desaparecido parte de su cuerpo. Se produce luego un estado de shock (shock espinal) en el cual no sólo desaparecen las sensaciones y la motilidad voluntaria en las regiones correspondientes al extremo seccionado de la medula, sino que también desaparecen los reflejos medulares de esa zona. Estos reflejos no tardan sin embargo en reaparecer y con ellos reaparece, en cierto grado, el tono muscular y la acción refleja de los esfínteres vesical y anal, lo que permite la evacuación refleja de la vejiga y del recto.

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PROBLEMA DE LOS EOLITOS Es natural considerar que el hombre primitivo fue adquiriendo paulatinamente el dominio de la materia a su alcance. De tal manera que, por fuerza, los más antiguos de sus instrumentos deben de haber adolecido de una rusticidad tan grande, que sólo leves retoques los diferenciarán de la piedra bruta. Este modo de pensar, puramente lógico pero apoyado, de cierta manera, en algunos tipos de hallazgos, ha llevado a diversos autores a considerar tanto más antiguos los objetos líticos (es decir, de piedra) cuanto más grosera fuese su factura, sin pensar que tal falta de habilidad tanto podría denotar el comienzo como el final de un proceso de evolución técnica. La simplicidad de tales objetos no debería extrañar, si pensáramos que son el resultado de los torpes esfuerzos manuales de un hombre dotado de un desenvolvimiento cerebral que todavía no lo aparta sustancialmente de ciertos animales superiores y, por consiguiente, su capacidad de hacer está forzosamente condicionada por su capacidad de pensar. Por ello muchos de estos objetos primitivos no podrán diferenciarse mucho de los simples "juegos de la naturaleza", es decir, de esas piedras que son sólo resultado casual de la acción de las fuerzas naturales. Sólo el ojo avizor del especialista podrá distinguir los unos de los otros y, por poco que su pasión le sugestione, aun él podrá equivocarse sobre el particular. Esto es, justamente, lo que más de una vez ocurrió a Boucher de Perthes, cuya magnífica colección de sílex estaba sembrada de "juegos de la naturaleza". El mejor conocimiento de las características de los objetos prehistóricos, que la dilatación de los hallazgos permitió fijar de una manera más exacta, fue eliminando tales errores, en las colecciones de sus continuadores, sin lograr, empero, hacerlos desaparecer del todo. Tal es lo ocurrido en el caso de los famosos eolitos, que fueron presentados en 1907 a la consideración de sus colegas por el geólogo belga Rutot. Se trataba de guijarros informes, que presentaban la apariencia de haber recibido ligeros retoques en algunas caras o aristas. Para Rutot ellos eran antiquísimas muestras de industria humana, en las cuales él creía ver cuchillos, raspadores o punzones, tan primitivos como parecía revelar su informe y desmañado aspecto. Tales objetos, primitivamente presentados a la Sociedad Belga de Geología, fueron ampliamente discutidos por los prehistoriadores europeos, quienes —en su mayoría— se negaron a admitir su antigüedad y su carácter de industria humana. Estas discusiones provocaron ardientes controversias y se prolongaron hasta que el profesor Boule dio la prueba experimental de que la opinión de Rutot era insostenible. Para ello, hizo arrojar en los batidores de dos molinos de creta de Guerville, cerca de Nantes y junto al Sena, bloques de creta que contenían guijarros y sílex sin ningún retoque e hizo poner en marcha la máquina. Al cabo de varias horas de entrechocamiento de unos con otros, dentro de la masa de materiales del depósito, se procedió a extraer y cernir todo el conjunto y se obtuvo una serie de "eolitos", perfectamente similares a los exhibidos por Rutot. Esta prueba fue considerada como definitiva por todos los arqueólogos —menos, naturalmente, por Rutot mismo—, y el problema de los eolitos quedó desde entonces definitivamente olvidado.
ALGUNOS DE LOS "EOLITOS" DE RUTOT. Piedras con retoques, halladas en el piso "bagniense" de Bonoelles (Bélgica).

jueves, 22 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

LA MEDULA ESPINAL CENTROS REFLE JOS SUPERIORES. La medula espinal se continúa hacia arriba con el bulbo. En éste varía algo la disposición de la sustancia gris, que se interrumpe para dejar paso a fibras nerviosas que se entrecruzan. Del bulbo parten los pares craneales del VI al XII, y en él se encuentran varios centros reflejos importantes que ya han sido mencionados en otros capítulos. Recordemos entre ellos el centro respiratorio, el cardiomoderador, el vasomotor, el centro de la deglución y el del vómito. En la sustancia gris de la protuberancia hacen estación fibras que provienen de la corteza. De las células nerviosas de la protuberancia parten fibras nerviosas que van al hemisferio cerebeloso del lado opuesto. En el mesencéfalo están situados ciertos centros de la visión y de la audición. En el hipotálamo está situado el centro regulador de la temperatura corporal y otros que intervienen en la regulación de la presión arterial, del sueño y del metabolismo El hipotálamo es, pues, el centro integrador de las reacciones viscerales más complejas. El tálamo es una estación de las vías sensoriales (ver capítulo sensaciones).

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PERIODO SOLUTRENSE Este período toma su nombre de la localidad de Solutré, cerca de Macon, en el departamento francés de Saóne-et-Loire. Lo típico de este instrumental consiste en la aparición de una nueva técnica para fabricarlo: en vez del retoque marginal, el llamado "retoque de superficie", logrado por medio de suaves presiones, que van quitando finas escamas del nódulo inicial. Este nuevo procedimiento nace en los albores del período (por cuya razón se le denomina protosolutrense). Se afirma en el solutrense inferior, en el cual el instrumento típico es la llamada "punta en hoja de laurel"; estas piezas son singularmente finas, mostrando un cuidadoso aplanamiento por ambos lados. El retoque se extiende por toda la cara superior de tales instrumentos, lo que revela un arte paciente y cuidadoso, notable por lafinezade su técnica y la habilidad y pequeñez de los retoques. Estas mismas características se encuentran en los punzones, raspadores, cabezas de flechas y cuchillos. Todos afectan la misma forma lanceolada, difiriendo en tamaño y en otros detalles de construcción de acuerdo con su empleo. Algunos de estos instrumentos alcanzan una gran perfección (los raspadores y los punzones dobles, por ejemplo), lo cual denota la presencia de artífices hábiles y exigentes. Es curioso comprobar, frente a este desenvolvimiento de la industria lítica, que en cambio la de instrumentos de hueso se mantiene más o menos estacionaria, aunque al final del período aparezcan, en algunos casos, finas agujas provistas de ojo para enhebrar y, también, en algunos objetos de este material se encuentran demostraciones de un arte mobiliario muy interesante, tal como el que conocemos desde la época en que Lartet publicó su álbum sobre el arte de la época del reno. A los animales conocidos hay que agregar algunos nuevos tipos de ciervos (el tarandus y el canadensis), cosa explicable, pues el frío continúa apretando y la fauna predominante corresponde a estas condiciones climáticas. El área ocupada por los auriñacienses parece bastante restringida: centro y sur de Francia, con algunos pocos yacimientos en el Norte, Bélgica, Inglaterra y Baviera. Algunos arqueólogos alemanes, siguiendo a Hoernes, nos hablan de su extensión sobre Moravia, Wurtemberg, Hungría y el norte de Polonia, pero será conveniente esperar a nuevas investigaciones antes de afirmar la existencia de una identidad absoluta entre esos yacimientos y los auriñacienses típicos de la Europa occidental.
TIPOS DE INSTRUMENTOS DEL SOLUTRENSE. He aquí dos utensilios diversos, los números 1 y 3 son las típicas puntas en forma de "hoja de laurel"; el 2 es una, no menos típica, punta de muesca. Estos pequeños objetos han sido originariamente publicados por Breuil.

miércoles, 21 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sensibilidad profunda

Comprende numerosas y variadas sensaciones que nacen en la intimidad de los órganos y tejidos del cuerpo, y son de mucha utilidad para mantener la unidad funcional y la relación entre las partes. Se consideran por separado la sensibilidad de las vísceras y la propioceptiva. SENSIBILIDAD VISCERAL. Los nervios viscerales captan continuamente por sus terminaciones, impresiones que transportan a los centros nerviosos, pero que pocas veces entran en la esfera de la conciencia. Estas impresiones difieren según el órgano de que se trate. El corazón y las grandes arterias se informan de los cambios de la presión arterial, del oxígeno y del anhídrido carbónico de la sangre, y con esa base regulan los movimientos respiratorios y la misma presión arterial. De la superficie pulmonar y pleural, nacen estímulos que por medio del nervio vago gobiernan la respiración. De la tráquea, la laringe y la nariz, parten estímulos que provocan la tos o el estornudo que sirven para limpiar las vías respiratorias. En la vejiga nacen las sensaciones que provocan la micción. Aparte de las diversas sensaciones enumeradas también hay sensación de dolor en algunas vísceras y en otras no. El corazón, que no tiene sensibilidad táctil, la tiene dolorosa, de lo que es prueba el intenso dolor de la angina de pecho. La pleura que recubre la pared costal y la diafragmática, duele intensamente y en cambio la que tapiza al pulmón es indolora. Tienen sensibilidad dolorosa el peritoneo, las vías biliares y las renales, los dientes, etc., como bien lo saben los pacientes con peritonitis, cólicos, etc.; no la tienen el hígado, el bazo, etc. Un hecho bien conocido pero de mecanismo todavía desconocido, es que el dolor puede manifestarse lejos de la víscera enferma (dolor referido). SENSIBILIDAD PROPIOCEPTIVA. Comprende también un complejo grupo de sensaciones originadas en zonas profundas del cuerpo, que permiten apreciar y mantienen la postura de cada una de las partes del organismo, el equilibrio corporal y los movimientos. El estímulo es una fuerza que por presión o tracción deforma una parte del cuerpo. Los receptores son varios. Unos se hallan alrededor de las fibras de todos los tendones y músculos e informan sobre el grado de estiramiento que éstos sufren. Otros, formados por unos grandes corpúsculos ovales (Pacini) situados en la palma de la mano y el pie, en la superficie de las articulaciones y los huesos, informan de las presiones sufridas en esos lugares. Finalmente los del laberinto, situados al lado del oído interno, reciben las variaciones de presión de la linfa allí contenida, según la posición de la cabeza, y sus informaciones son utilísimas para la conservación del equilibrio.

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PERIODO MUSTERIENSE El nombre de este período proviene de otra localidad francesa: Le Moustier, (en la Dordoña). En los comienzos de este período abundan todavía las hachas de mano (del tipo llamado de la Combe Chapelle, localidad de la Dordoña) Junto a ellas prosiguen encontrándose, también, las hermosas hachas de mano que caracterizaron el final del período anterior y aparecen otros tipos, subtriangulares y cordiformes, de factura inferior. Por lo general, muchas de estas hachas acusan cierta degeneración, evidenciada por su técnica tosca y por su regresión a formas chelenses ya desaparecidas. Los mismos objetos pequeños son bastante toscos y poco retocados. Es posible que nuevas exigencias del medio ambiente y de las necesidades de la vida hayan obligado a intensificar la construcción de ciertos tipos de instrumentos —como por ejemplo los perforadores— en tanto que comienzan a escasear los raspadores. Nuevos restos, acaso indicadores de la existencia de una industria de la madera, aparecen en algunos yacimientos: se trata de fragmentos grandes de diáfisis, falanges o cabezas de húmeros de bisontes y de caballos silvestres, que algunos autores creen hayan servido como yunques sobre los cuales fueron trabajadas lanzas de madera u otros utensilios de este material. En cuanto a la industria del hueso propiamente dicha, durante este período sólo la Cueva del Castillo, en el norte de España, encierra verdaderos punzones de hueso. Este período contempla, reagravados, los fenómenos de intensificación del frío, que caracterizan al anterior. Los representantes de la fauna cálida (el Rhtnoceros Merkii y el Elephas antiquus) se han refugiado en el sur de Europa, pasando los Pirineos y penetrando en el norte de España, o alejándose a lo largo de las todavía templadas playas de la Ribera. Entre tanto, no quedan en el resto de Francia, Inglaterra y Europa central más que los animales de la fauna fría, muchos de los cuales, como los osos, los felinos y las hienas, disputan al hombre la posesión de las cavernas. La vida al aire libre se hace cada vez más inhóspita y difícil; bandas errantes de cazadores buscan refugio en las regiones montañosas, donde las grutas brindan el abrigo contra las inclemencias externas. Con el final de este período se cierra la gran etapa que denominamos del paleolítico inferior. En lo sucesivo penetramos en una etapa superior.
OBJETOS MUSTERIENSES. Arriba: punzones, de diferente forma. Abajo: pequeñas hachas amigdaloides, cuidadosamente talladas en sus dos caras. Según Commont. Todas las piezas provienen de yacimientos del norte de Francia.

martes, 20 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - La vista

LA SENSACION VISUAL CARACTERISTICAS DEL ESTIMULO. VISION DE LOS COLORES. Para tener una sensación visual es necesario que el estímulo luminoso llene ciertas condiciones de intensidad, duración y longitud de onda. La intensidad mínima de luz que se puede percibir se llama umbral de intensidad; el umbral es más bajo cuando se está en la oscuridad. Entre el umbral y la intensidad máxima soportable, como la del sol, hay una diferencia tan enorme como 1:20.000 millones. El estímulo luminoso debe durar un tiempo mínimo para poder ser visto; el tiempo es menor cuanto mayor es la intensidad de la luz. La luz se propaga por medio de ondas cuya longitud varía para cada color. La longitud de onda se mide en unidades tan pequeñas como el millonésimo de milímetro o m El ojo sólo percibe las comprendidas entre 900 y 330 m es decir los colores del espectro solar que van del rojo al violeta (rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta). Las radiaciones que están fuera de estos límites no son captadas por el ojo, aunque pueden ser registradas por el papel fotográfico y otros dispositivos. Existe un umbral particular para cada color, siendo el del amarillo verde el más bajo de todos. El ojo distingue unos 180 tonos, pero puede no especificar si son puros o mezclas. Algunas personas tienen ceguera para uno o más colores. En homenaje a Dalton (1774), que la padecía y fue el primero en señalarla, se la denomina daltonismo. Por lo común esta ceguera es parcial y afecta a los colores verde y rojo, que no pueden ser distinguidos; este defecto es un inconveniente grave en ciertos trabajos (maquinistas, marinos). Existen medios muy sencillos para descubrirla y entre ellos las tablas de Ishijara, en las que el sujeto mira un rompecabezas formado por círculos de varios colores y ve un número, que es distinto en los de visión normal v en los daltónicos. Por procedimientos como éste o análogos, se observa que este trastorno existe en el 2% de las mujeres y en el 9% de los varones sanos, y que la mayor parte ignora que lo posee.

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PERIODO MAGDALENENSE El abrigo de La Madeleine, en Dordoña, da su nombre a todo este período. Es el momento de la fase final de la época del reno, animal que fue la presa predilecta del hombre pleistoceno. Por lo tanto, es la última de las culturas que designamos con el nombre de arqueolíticas. Es, también, el punto culminante de la civilización de esos cazadores nómadas que venimos estudiando. Las sucesivas investigaciones que vienen efectuando los arqueólogos europeos van llevando, gradualmente, a la sensación de que es necesario distinguir una serie de etapas dentro de este período; pero los autores no han llegado a ponerse todos de acuerdo respecto de esa determinación interior. El período anterior, por la excelencia de su instrumental de piedra, indicaba ya la existencia de hombres hábiles e inteligentes. Este, por la diversidad del instrumental que nos ha dejado, denota que esa inteligencia humana va llevando, paulatinamente, al hombre primitivo a una continua división del trabajo y a una cada vez mayor diversificación del instrumental indispensable. En efecto, aparecen toda una serie de instrumentos líticos diversos, especialmente apropiados para las distintas tareas que se les encomiendan. Nada más contrario a la monotonía de las series correspondientes a los períodos iniciales que hemos estudiado. Cada yacimiento magdalenense nos ofrece un amplio surtido de sílex trabajados de diversa manera: cuchillos, raspadores, sierras, raederas, punzones, buriles (y a veces algunos tipos híbridos, como el raspador-buril). Las láminas se presentan en los más variados tamaños, desde 5 ó 6 mm hasta 0,25 m. Y junto a estos materiales, amplios y simples, algunas puntas tan finas que se supone han servido para abrir el ojo de las agujas de hueso o para producir tatuajes sobre la piel humana.
OBJETOS DE SILEX DEL MAGDALENENSE. A la izquierda y centro, dos buriles laterales con retoque transversal. A la derecha, otro buril "pico de loro". Según Obermaier, que los toma de Breuil y otros autores.
Como en todos los períodos, al principio el magdalenense se presenta con poca diferencia con el anterior: sólo alguna imperfección en la técnica hace pensar, más bien, en un auriñaciense regresivo. Pero, bien pronto adquiere las características, ya señaladas, que le son propias. La etapa superior del magdalenense tiene como instrumentos característicos a los arpones, los que, a su vez, evolucionan a lo largo del período. Los tipos arcaicos tienen dientes pequeños, poco desarrollados; más tarde aparecen instrumentos más evolucionados con amplios y nítidos dientes de un solo lado y, finalmente, los arpones con dentadura angulosa y estilizada, bilateral. El abate Breuil ha estudiado detenidamente estos materiales y su evolución. Otro instrumento del período magdalenense es el propulsor, generalmente hecho de un asta de reno. Las cavernas de Mas d'Azil (Ariége), y de Lorthet, así como la estación de Bruniquel (Tarn-et-Garonne), e igualmente muchos otros yacimientos, nos han dado una buena suma de estas armas, demostrativa de su uso frecuente.
EVOLUCION DE LOS ARPONES. El grabado ilustra la evolución de estos instrumentos durante el magdalenense: a, b, tipos arcaicos; c, d, provistos de una hilera de dientes de un solo lado; e, f, provistos de una hilera a cada lado; g, h, antecesores del arpón aziliense (formas de transición). Según Obermaier, que lo toma de Breuil.
Otro de los instrumentos característicos del período son los "bastones de mando". Son secciones de cornamenta de reno, cortadas a pequeña distancia por encima y por debajo de los nudos, horadadas con amplios agujeros circulares y ornamentadas con representaciones grabadas y modeladas. Verdad es que tales objetos —cuyo uso constituye uno de los problemas de la Arqueología— se encuentran ya en yacimientos solutrenses y auriñacienses. Pero su intensificación en el magdalenense permite atribuirles calidad de característica. Las decoraciones existentes en esos objetos son una muestra más de la alta capacidad de los artistas magdalenenses para la realización del arte primitivo. Cuando se lea lo que decimos en el curso de Prehistoria sobre el particular, podrá apreciarse cómo este período se destaca, desde ese punto de vista, sobre todos los otros. A la inversa de lo que ocurre con el período anterior, la industria y cultura magdalenenses tienen una muy amplia expansión en el continente europeo y hasta parece que se extendieron ligeramente fuera de Europa; el norte de España, el sur y el centro de Inglaterra, Bélgica, Francia, el centro de Alemania, Austria, Hungría, Polonia, y hasta Rusia son las países europeos en los que se tienen noticias de su localización. Los datos existentes sobre los tres últimos, son bastante vagos, todavía, aun cuando lo que se sabe de ellos permite aseverar la extensión de esta cultura hasta allí. En cambio resulta bastante más sorpresivo el encontrarla en las cavernas de la costa de Siria, especialmente por la circunstancia de la diferencia muy posible de clima con respecto al resto de Europa. En efecto, el período magdalenense coincide con la última arremetida delfrío del período posglacial. Ello trae como consecuencia la extinción, durante la primera mitad de este período, de algunos de los grandes mamíferos todavía existentes en Europa —el Elephas primigenius, el Rhinocéros tichorhinus y el Ursus espelaeus— en tanto que los grandes cérvidos y los demás representantes de la fauna ártico-alpina se encuentran a sus anchas en las estepas y las tundras de Europa. Es curioso señalar cómo desde mediados de ese período grandes migraciones de renos, de Oeste a Este, han obligado a emigrar al hombre primitivo, que obtenía de ellos su sustento. La presencia actualdelreno en los bosques de Lituania y su existencia anterior en Germania —según el testimonio reiterado de Tácito y de César— demuestra que la migración de estos resistentes animales se ha producido, a través de Europa central, siguiendo la ruta que
les marcaban las transformaciones del clima, hasta que, ya logrado el arribo a las estepas rusas, donde el clima se estabiliza, han orientado su marcha de Sur a Norte, siempre en busca de los lugares más fríos, hasta alcanzar Laponia y las costas del océano Glacial Artico.
BASTONES PERFORADOS DE ASTAS DE RENOS. El superior es procedente de la cueva de "La Madeleine" (Dordogne) y está bellamente decorado con siluetas de caballos de perfil y ha sido publicado por Lartet y Christy. En el inferior, el artista magdalenense aprovechó la apófisis para ornamentarlo esculpiendo una cabeza de zorro. Proviene de la cueva de Placard (Charente) y ha sido publicado por Breuil. Son dos hermosas manifestaciones de arte mobiliario.
Como es lógico que sus cazadores inveterados les hayan seguido —y el estudio comparativo de ciertos detalles antropológicos y hasta de ciertos utensilios y usos y costumbres así parece revelarlo—, Sollas ha podido, por ello, identificar a los actuales esquimales como a los últimos descendientes de los hombres europeos de la Edad del Reno. Esta hipótesis seductora ha sido ampliamente fundamentada por él.

lunes, 19 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Fisiología de las sensaciones

Los organismos superiores captan del medio ambiente en que viven y de ellos mismos, diversas impresiones que utilizan para mantener su unidad orgánica y para regular su conducta. El sistema nervioso es el encargado de este papel informativo. Para ello varias partes del mismo se especializan en la recepción de determinados estímulos y constituyen los llamados aparatos sensoriales, que son la vista, el oído, el olfato, el gusto, y las sensibilidades (superficial y profunda) ya tratadas. Cada uno de estos aparatos se compone de: a) un receptor periférico con estructura y características propias; b) un conjunto de fibras nerviosas (vías aferentes) por las cuales van impulsos de los receptores a los centros; y c) centros donde los impulsos se elaboran y se asocian (centros superiores) con otros impulsos, resultando la sensación y la respuesta, esta última por la descarga de impulsos desde los centros a los efectores (músculos o glándulas).
PROPIEDADES GENERALES DE LAS SENSACIONES Los órganos receptores son de varios tipos, cada uno con estructura y distribución propias y preferencia para captar pequeñísimas cantidades de una clase de estímulos (irritabilidad específica). El ojo capta las radiaciones luminosas; el oído las ondas sonoras; la lengua las sustancias sápidas; la nariz las olorosas; la piel el contacto, la temperatura y el dolor, y las estructuras profundas, los estímulos de presión, etc. Estímulos distintos al específico pueden excitar a un receptor, siempre que sean muy intensos, pero todos suministrarán la misma sensación (ley de Müller). Por ejemplo, si a la retina se le hace llegar calor, electricidad, o se la toca, dará una sensación luminosa; si lo mismo se repite con el oído, la sensación percibida será auditiva, y así sucesivamente. Al estudiar cada sentido en particular se señalarán las características que debe tener el estímulo para ponerlo en acción, es decir la intensidad mínima y la máxima percibidas, su duración mínima, la posibilidad de percibir sus distintas variaciones, etc. Sólo se indicarán aquí algunos principios generales del funcionamiento de los receptores. La sensación crece al aumentar el estímulo aunque no en igual proporción. Los sentidos localizan al estímulo, es decir que la sensación se refiere a un punto dado del cuerpo, como cuando se toca la piel, o fuera del cuerpo, como cuando se señala el lugar de origen de un sonido. Los sentidos se adaptan fácilmente al estímulo si actúa por mucho tiempo y por ello deja de ser percibido, como por ejemplo el caso del anillo o el sombrero que por el hábito de llevarlos ya no se sienten; la adaptación es menos pronunciada al dolor. Además, los sentidos presentan contrastes, porque disminuye la sensibilidad al estímulo que está actuando y se vuelven más sensibles al opuesto; así, el ojo que mira con fijeza a un disco rojo sobre fondo blanco se hace menos sensible al rojo, y si mira en seguida a una superficie blanca verá el color complementario, es decir un disco verde. Las sensaciones tienen tono afectivo, es decir que pueden ir acompañadas de un estado de placer o de desagrado. Finalmente los receptores se fatigan y dejan de responder a un estímulo. Los receptores se clasifican en dos grupos según su ubicación: exteroceptores, los que se hallan en la superficie corporal y son capaces de recibir estímulos que llegan de lejos (vista, oído) o de cerca (gusto, tacto, térmico), e interoceptores, los repartidos en las vísceras o en los huesos, músculos, etc. Se examinarán por separado cada uno de los aparatos sensoriales, comprendiendo el estudio del estímulo, su receptor específico y las vías y centros nerviosos que le pertenecen.

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PERIODO CHELENSE Su nombre proviene de Chelles, pequeña localidad situada al este de París, cerca de la desembocadura del Mame en el Sena. Los instrumentos más antiguos que el hombre prehistórico ha construido y que podemos individualizar, pertenecen al período chelense aunque algunos autores, como el prehistoriador Obermaier, distinguen una etapa aun más antigua dentro del Paleolítico, a la cual designan, provisionalmente, con el nombre de prechelense. Esta etapa auroral estaría representada por la muy tosca industria de la piedra tallada, constituida especialmente por lascas, más o menos atípicas, generalmente puntiagudas o en forma de hojas alargadas y a veces irregularmente poliédricas. Objetos, naturalmente, para ser utilizados en forma directa, sin enmangar. El hombre que los hizo vivió en un clima interglacial, muy cálido, lo que le permitió, sin duda, no preocuparse excesivamente por el problema de la morada, y vivir casi completamente, sino en forma total, al aire libre. La fauna correspondiente a este período es la que integran dos tipos de elefantes (el trogontherii y el antiquus), dos de hipopótamos (major y merckii) y otros dos de rinoceronte (el etruscus y el leptorhinus), así como otros animales menores.
INSTRUMENTAL TALLADO PRECHELENSE. Utensilios del prechelense de Saint Acheul, según Obermaier.
Pero es en el periodo Chelense propiamente dicho en el que aparecen, por primera vez, piezas líticas cuya factura humana es, no sólo fácilmente discernible, sino hasta, muchas veces, admirable por su equilibrio y por la seguridad de mano que ella exhibe. El instrumento más característico de este período es la llamada "hacha de mano". Este instrumento está hecho con la base de un nódulo de piedra —generalmente de sílex—, de forma alargada, al cual, por medio de retoques, se le da la forma amigdaloide: con punta, más o menos desarrollada, en ápice y curva, variablemente suave en la base. No existe un solo procedimiento para la talla de un instrumento semejante. A veces el artífice primitivo retoca la piedra sólo parcialmente, en especial para acentuar el borde con la punta, de manera que las porciones basales del instrumento quedan intactas, formando así una especie de núcleo naturalmente redondeado que conserva el grueso original del nódulo. Aunque el tipo almendrado es el más común, no faltan otros instrumentos de forma más redonda y pesada, y otros lanceolados y ovoideos. Sin embargo, todos ellos parecen haber sido utilizados de modo directo, manejándoselos directamente con la mano, aunque, en algunos casos, no pueda desecharse la idea de que hayan sido fijados a un mango de madera. La diversidad de sus formas, además, indica que deben haber servido para fines muy variados. Por último, junto a ellos es posible encontrar buriles, raspadores, raederas y cuchillos, de diversos tipos, lo cual hace un conjunto de instrumentos que debemos reconocer como indicadores de una notoria diversificación de usos, emergentes de tan diversas formas.
COMO TRABAJABA EL HOMBRE CHELENSE. El grabado ilustra un utensilio pequeño chelense, de Saint-Acheul, y su manera de utilización por el hombre primitivo.
El hombre que los hizo vivió en un clima dulce y húmedo, bajo el cual se elevaban ya —aparte de grandes bosques de coníferas y de otras grandes especies vegetales— algunos árboles como el laurel de las Canarias, el boj, el árbol de Judea y la higuera. En la fauna, además del elefante antiguo y del rinoceronte Mercki, hay que agregar dos tipos de ciervos (el euryceros y el capreolus), así como de diversos animales menores y del Equus caballus. Es de imaginar que un hombre que ya sabía confeccionar tan variadas y a veces hermosas piezas de piedra, tuviese, también, un instrumental de hueso o de madera parejo a aquéllas. Sin embargo, sea por la fragilidad de tales materiales, o por otras causas que ignoramos, ningún vestigio de tales elementos ha llegado hasta nosotros.

domingo, 18 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sensibilidad superficial

En la piel se observan puntos sensibles al tacto, otros a los cambios de temperatura y otros al dolor, repartidos en forma desigual pero no superpuestos. A cada uno de estos puntos cutáneos corresponde un receptor especializado. Los tres tipos de receptores presentandos particularidades comunes: localizan can bastante exactitud el punto de la piel sobre el cual actúa el estímulo y, si éste no es muy poderoso, se adaptan a él y deja de sentirse, con excepción de los estímulos dolorosos. La adaptación explica por qué no se sienten los vestidos. SENTIDO DEL TACTO. Su estimulo es la deformación de la piel en un punto o zona; por eso al sumergir un dedo en mercurio sólo se siente el borde que forma éste alrededor del dedo. Sus receptores están formados por una fibra nerviosa situada en el espesor de la piel, que se divide y ensancha en las terminaciones (discos de Merkel), o se enrosca en una espiral rodeada por tejido conectivo formando un corpúsculo (Meissner), o abraza la base de un pelo en forma de cesta.
Receptores cutáneos. Arriba y a la izquierda: corpúsculo de Krause; arriba y a la derecha: disco de Merkel; abajo y a la izquierda: terminaciones nerviosas libres en la córnea; abajo y a la derecha: corpúsculos de Pacini.
La mayor concentración de estos receptores se halla en los sitios donde se comprueba máxima sensibilidad: dedos, punta de la lengua, labios.
Sensibilidad de la piel al tacto medida por: A) el peso mínimo en gramos percibido; y B) la distancia mínima en mm para percibir como separados dos pinchazos simultáneos.
SENTIDO TERMICO. En la piel hay unos puntos sensibles al calor y otros al frío. Los receptores del frío son unos corpúsculos redondeados (Krause); los correspondientes al calor no se conocen bien. Hay 8 puntos sensibles al frío por cada uno sensible al calor. La sensibilidad térmica varía de una zona a otra del cuerpo, siendo las partes cubiertas las más sensibles (pecho, abdomen); la falta de circulación también la aumenta. El mentol estimula específicamente los corpúsculos del frío y da esta sensación. SENTIDO DEL DOLOR. Se caracteriza porque va acompañado por una sensación de desagrado, es decir, tiene tono afectivo elevado. Cuando esta sensación es muy fuerte el sujeto trata de alejarse del estímulo doloroso. El estímulo puede ser muy variado, electricidad, temperatura, agentes mecánicos, químicos, etc., con tal que lesione los tejidos. El dolor es, pues, un índice de lesión tisular. Sus receptores se hallan no sólo en la piel sino en muchos otros órganos y tejidos como se verá luego. Estos receptores son simples terminaciones nerviosas, de las cuales hay gran abundancia en las zonas sensibles; donde faltan no hay dolor. La sensación dolorosa que tiene lugar en la piel o mucosas es localizada; la profunda es difusa; a veces se localiza en un punto alejado del lugar de origen. Es de señalar el hecho curioso de que hay sujetos con ausencia de sensibilidad al dolor (analgesia congénita). El mecanismo por el cual se produce el dolor es la compresión de las extremidades nerviosas libres o su ataque químico por sustancias liberadas por las células al ser lesionadas.

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PERIODO AZILIENSE Este período toma su nombre de la gruta francesa de Mas-d'Azil (Ariége), célebre en los anales del arte prehistórico, por sus hallazgos y su accidentado desarrollo, ya que el arroyo subterráneo Arize intercepta parcialmente el paso en el interior de este gran túnel. En 1887 el arqueólogo Piette descubrió,por encima de dos estratos de niveles de industria magdalenense, pero separados de ellos por una capa de lino fluvial amarillo, los restos de una industria diferente, denotadora de otra técnica del hombre prehistórico. Estos hallazgos fueron suficientemente abundantes como para poder determinar ya la existencia de un nuevo período, que investigaciones posteriores, en otros lugares, han ratificado más tarde. Dentro de una capa de arcilla rojiza encontró restos humanos y cierta cantidad de hogares, mucha ceniza, las armas y utensilios nuevos y, como testimonio ampliativo de su diferencia con lo ya conocido, plantas y animales de especies modernas. Por encima de este estrato cultural, una capa de elementos neolíticos permitía datar perfectamente el hallazgo como una época de transición entre el Paleolítico y el Neolítico. De ahí su nombre de "Epipaleolítico" con que algunos autores lo bautizan. Los instrumentos líticos más comunes en este tipo de industria son hojas sencillas, raspadores pequeños y redondos, buriles grandes de punta lateral y una serie vasta de microlitos: triangulares, semilunares y de otros tipos geométricos, pero —como hace notar acertadamente Obermaier— casi nunca de forma trapezoidal. Todo este conjunto de objetos de piedra muestra una marcada regresión: son toscos, de formas pesadas e inelegantes y de factura imperfecta. Es también notable la pobreza en huesos trabajados: punzones y alisadores, casi siempre. Como tipo nuevo sólo se encuentra un arpón, muy ancho y aplanado, con dientes de uno o de ambos lados y en medio de cuya base lleva casi siempre un agujero, acaso para la suspensión. La ausencia de huesos de reno, y su reemplazo, en el instrumental, por los de ciervos, es un elemento más en apoyo de la tesis de Sollas, ya enunciada, referente a la migración de los renos y de parte de sus cazadores paleolíticos. Uno de los hallazgos más curiosos verificados por Piette es el de los "cantos pintados", rodados de ríos, más o menos redondeados, que han sido intencionalmente pintados por los azilienses, con decoraciones geometrizantes, consistentes en puntos más o menos alargados e irregulares, rayas, líneas en zigzag, cruces y otros signos de interpretación oscura. La pintura empleada debió ser hecha con óxido de hierro, dando lugar a decoraciones de un tono más o menos vivo. Estos signos han sido interpretados por algunos autores como de valor simbólico. Otros serían representaciones pictográficas de objetos naturales, ya de formas de la naturaleza (árboles, serpientes, etcétera), ya de instrumental humano (arpones, etc.). Finalmente, algunos autores confieren valor alfabetiforme a otros signos diversos. Esta última interpretación es, de todas cuantas se han emitido, la más atrevida. Gabriel de Mortillet excavó en una localidad relativamente cercana a la de Mas-d'Azil, la Tourasse (Haute-Garonne), un yacimiento similar, el cual es considerado como representativo de la "industria turasiana". Nada permite hoy aceptar esta nueva denominación. La Tourasse, como muchos otros yacimientos de la ladera septentrional de los Pirineos —donde también está localizado Mas-d'Azil— es, solamente, una nueva prueba de la existencia del Epipaleolítico aziliense, etapa regresiva o degenerativa de la industria cuaternaria, aunque el yacimiento estudiado por Mortillet sea particularmente demostrativo de la tosquedad y pobreza en que cayó, al final de la era cuaternaria, la otrora potente actividad industrial de los hombres de la Edad del Reno.
ALGUNOS TIPOS DE ARPONES AZILIENSES. 1-2, son instrumentos provistos de una hilera de dientes de un solo lado. Provienen de la cueva de Rascaño (España). 3-4, cuentan con doble hilera de dientes. Son de la caverna de Mas-d'Azil (Francia). Según Piette, de quien los reproduce Obermaier. Obsérvese, en todos los casos, el agujero hacia la base del arpón.

sábado, 17 de agosto de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - La audición

VIAS Y CENTROS NERVIOSOS El nervio coclear, rama del auditivo, nace en el caracol alrededor de las células del órgano de Corti y se dirige al bulbo raquídeo en el que penetra. De allí asciende, luego de cruzar la línea media, para llegar a su punto terminal en la corteza del cerebro, en su lóbulo temporal, es decir en la parte lateral. Este largo recorrido de las fibras se hace en cuatro etapas sucesivas, cada una a cargo de una neurona. El estímulo nervioso sufre un retardo acentuado al pasar de una fibra a la siguiente. La corteza del lóbulo temporal de cada lado constituye el centro de la audición, que recibe fibras nerviosas del oído del lado opuesto y del mismo lado. Por eso son reemplazables el uno por el otro. Los tumores destructores de un solo centro o su extirpación, dificultan la audición. Su excitación por medio de toques o corrientes eléctricas hace percibir ruidos variados.

ARQUEOLOGIA - Las industrias del hombre primitivo

EL PERIODO AURIÑACIENSE El nombre de este período está tomado del de la cueva de Aurignac (Haute Garonne). Algunos autores han descompuesto este período en auriñaciense inferior, medio y superior. El primero —muy bien representado en el yacimiento de Chatelperrou— es, en realidad, una continuación, casi sin variante, del período anterior, aunque ya aparecen ciertos instrumentos nuevos, como los de puntas de dorso curvo, que lo caracterizan. En la etapa media aparecen otras formas características, constituidas por grandes hojas con fuertes retoques marginales o totales, hojas con escotaduras simples o múltiples, y diversos tipos de buriles (entre ellos el de punta arqueada) y de raspadores; estos últimos instrumentos adquieren una gran diversidad de formas. Aquí la industria del asta y del hueso se muestra ya abiertamente. Hay punzones, alisadores y, principalmente, la llamada "punta hendida", cuyo nombre proviene de una hendidura basal, muy estrecha, de que tales piezas están provistas. Aparecen, también, puntas pedunculadas y, finalmente, la llamada "punta de muesca", en la que ésta se logra por rebajamiento de uno de los lados en la parte basal Sin embargo, considerado en su conjunto, este instrumental de hueso es aún sumamente sumario y grosero. En cambio, contrasta vivamente con estas características rudimentarias, un fenómeno social, de singular interés que se produce en este período por primera vez en la vida de la humanidad y al cual nos referiremos en el curso sobre Prehistoria: el arte prehistórico.
OBJETOS DE HUESO. He aquí, desde dos ángulos diferentes, una de las frecuentes puntas de hueso hendidas, que aparecen en el auriñaciense medio. Originariamente publicada por Brota
Como el clima frío continúa, la vida del hombre primitivo transcurre, por largas horas, en la intimidad de las cavernas. Esta circunstancia explica en parte la aparición de un arte mobiliario y mural. La caza es, sin embargo, abundante, gracias a la presencia de bisontes y ciervos y, especialmente, las grandes bandas de renos, que son la presa predilecta. Según algunos autores, en este período habría comenzado el hombre primitivo a conocer el empleo de los colores minerales. Los hallazgos en el yacimiento de Roches (Indre) y los de Cottés (Vienne), nos demuestran la existencia de pequeños depósitos de materias colorantes: arcillas rojas o borra de vino, ocres rojos y amarillos, óxidos de hierro y de manganeso, así como, en el último de los referidos yacimientos, un tubo de hueso de reno conteniendo ocre. Ignoramos si estas tinturas eran usadas para teñir las pieles con que los auriñacienses se vestían o para pintarse, directamente, el cuerpo. En uno u otro caso estas decoraciones acompañaron a los groseros pendientes de hueso y de marfil que, según el testimonio arqueológico, ellos también debieron de usar.
PUNTAS PEDUNCULADAS OSEAS. Dentro de los tipos característicos del auriñaciense superior están estas dos puntas, tipo Font-Robert, ilustradas por Breuil. La de la izquierda, sólo de lado; la de la derecha, de canto y mostrando sus dos fases.