viernes, 6 de noviembre de 2015

HISTORIA ANTIGUA - El siglo de los Antoninos

LA CULTURA DEL SEGUNDO SIGLO DEL IMPERIO Tiempo de paz y de esplendor, las grandes construcciones abundaron por entonces. Se reconstruyó el templo del Panteón, se delinearon nuevos foros —como el de Nerva y el de Trajano— en los que se elevaron suntuosos edificios, y fueron numerosos los monumentos de gran calidad arquitectónica que se levantaron por entonces. Merece recordarse el mausoleo que se construyó para Adriano, enorme construcción circular que, luego modificada, se conoce hoy con el nombre de Castillo de Sant Angelo; y son igualmente significativos la villa de Adriano en Tívoli, el arco de Trajano en la ciudad de Benevento y las columnas de Trajano y de Antonino Pío en Roma. No faltó por entonces una escultura de singular calidad, y testimonia su desarrollo el inmenso relieve en espiral que cubre la Columna Trajana, en el que se representan los principales episodios de las campañas de Dacia. En el campo de las letras, hubo escritores de calidad, como Apuleyo, el autor de las Metamorfosis, una novela que se conoce también con el nombre de El asno de oro, y Plinio el Joven, de quien se han conservado, fuera de numerosas cartas, un Panegírico de Trajano. Marco Aurelio ha pasado a la inmortalidad como eximio exponente del pensamiento filosófico de los estoicos, y hoy conocemos también las cartas de uno de sus maestros, Frontón, que pasó en su tiempo por insigne orador. Finalmente, pertenece a esta época Aulo Gelio, el autor de las Noches áticas, obra a la que debemos infinidad de noticias sobre cosas y hombres de la Antigüedad.

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