viernes, 31 de julio de 2015

HISTORIA ANTIGUA - La crisis del Imperio

LOS VISIGODOS. ALARICO Al morir Teodosio, los visigodos consideraron que el pacto que tenían con el imperio había caducado. Los mandaba ahora un jefe decidido y capaz, Alarico, y resolvieron lanzarse a la conquista. Así, se sublevaron contra el imperio y recorrieron los territorios de la Península Balcánica, devastando los campos y saqueando las ciudades —Atenas entre ellas—, hasta que Alarico logró que se le reconociera a su pueblo la calidad de aliado del imperio. Como por entonces habían surgido algunos conflictos entre los dos emperadores, Alarico decidió invadir Italia, y si bien es cierto que al principio fracasó, lo logró en 408. Dos años más tarde se presentaba ante los muros de Roma y, por primera vez desde la época de los galos, invadió la ciudad y la saqueó sin piedad. Alarico tenía el propósito de crear un reino visigodo en territorio romano; su plan era trasladarse a Africa —región que por su fertilidad constituía el granero de Italia—, no sólo para establecerse allí, sino para controlar, de paso, el resto del imperio. Pero la expedición fracasó, y Alarico murió poco después. Su proyecto fue retomado por sus sucesores, que entraron en alianza con el imperio y recibieron el encargo de pacificar las provincias de Galia y España. Allí, en efecto, otros pueblos germánicos habían entrado a saco y dominaban algunas regiones.

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