lunes, 20 de julio de 2015

HISTORIA ANTIGUA - Las ciudades griegas hasta el siglo VI a. de J. C.

LAS CONSECUENCIAS DE LA COLONIZACION Las colonias griegas tuvieron un rápido florecimiento; eran los colonos hombres ávidos de mejorar su suerte y acostumbrados al trabajo, de modo que su actividad fue incansable y los resultados que obtuvieron inmensos. Así, cada colonia llegó a ser muy pronto un emporio de riqueza. Lo fundamental de su actividad fue la producción de cereales, productos que encontraban fácil acogida en las viejas ciudades griegas porque en ellas no se producían; pero a medida que la prosperidad se acentuaba, surgieron también las industrias y, con todo ello, el comercio adquirió un extraordinario volumen. Esta intensa actividad económica trajo consigo la aparición de la moneda, como elemento indispensable para facilitar las transacciones; y la moneda, a su vez, provocó profundas alteraciones en el régimen social. En efecto, como la tierra había sido hasta entonces el único signo de la riqueza, sus poseedores —esto es, la nobleza— ocupaban el primer lugar en la sociedad griega; pero el desarrollo económico y la aparición de la moneda trajeron consigo la aparición de una nueva clase social cuya característica era la de poseer considerables fortunas y que, naturalmente, aspiró a lograr una mejor situación dentro de la vida política. Surgieron entonces en casi todas las ciudades griegas conflictos sociales y políticos que culminaron en revoluciones sangrientas; pero los nuevos ricos, y los humildes a quienes arrastraban en el fragor de la lucha contra los odiados propietarios de la tierra, consiguieron arrancar a éstos parte de sus privilegios: nuevas constituciones se dictaron en muchos estados, y, entre todas, es singularmente característica la que ideó para Atenas el legislador Solón, a principios del siglo VI.

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