lunes, 24 de agosto de 2015

HISTORIA ANTIGUA - La época helenística

LA CULTURA HELENISTICA LAS ARTES PLASTICAS. Estas ciudades —y otras menores— se enorgullecían de su poderío y se esforzaban por ponerlo de manifiesto cubriéndose de suntuosos edificios y de magníficas obras de arte. Surgió entonces una plástica de caracteres singulares que, aunque conserva los rasgos fundamentales del arte griego, se caracteriza por su magnitud y por la magnificencia de su ornamentación. Ejemplos característicos son el Altar de Pérgamo, el Faro de Alejandría, el Coloso de Rodas, en todos los cuales el afán del artista es conmover al espectador por la grandiosidad de la mole. Con frecuencia, estos monumentos estaban adornados con estatuas y relieves, según la tradición griega, pero abundaron también las figuras aisladas y se comenzaron a hacer retratos. La escultura helenística es también, en general, de carácter monumental; el rasgo fundamental es, sin embargo, el predominio de los elementos dramáticos: las actitudes contorsionadas, las fisonomías trágicas, todo aquello que puede• producir en el que la observa una impresión fuertemente patética. Los testimonios más significativos son el grupo de Laooconte y el de las Nióbidas, así como también el del galo matando a su esposa. En las figuras aisladas, especialmente en las femeninas, la plástica helenística se caracterizó por un afán de extremar la sensualidad de las formas, como lo muestra la Venus hallada en Afilo.
MAUSOLEO DE HALICARNASO. Rico en motivos decorativos y detalles de gran belleza, se cree fue obra de Scopas, uno de los escultores de más renombre que tuvo la Grecia antigua. Este friso representa la lucha entre griegos y amazonas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario