RESPIRACION EXTERNA. ANATOMIA FUNCIONAL DEL APARATO RESPIRATORIO LOS PULMONES. Son dos y cada uno de ellos ocupa la mitad del tórax. Tienen la forma general de un cono aplastado en el lado que se miran. La base es ancha, cóncava y se apoya sobre el hemidiafragma correspondiente, a la altura de las últimas costillas; el vértice, redondeado, alcanza la base del cuello; la cara externa, convexa, sigue por dentro la curvatura de las costillas y la interna, plana, mira a la del pulmón del lado opuesto sin tocarla, pues las separan los órganos del mediastino (corazón, ganglios, arterias, venas, la tráquea con sus dos bronquios, etc.). El pulmón derecho se halla subdividido, por dos profundos surcos, en tres partes llamadas lóbulos, y el izquierdo por un solo surco, en dos lóbulos. Cada lóbulo está formado por numerosos lobulillos, apretados los unos contra los otros, que dibujan en la superficie la figura de un mosaico. Cada lobulillo pulmonar tiene la forma general de una pera, cuyas caras toman contacto con las de los lobulillos vecinos, y a cuyo vértice llega un bronquiolo que se subdivide en su interior en la forma ya indicada, hasta terminar en los alvéolos. Cada pulmón recibe por su cara interna, y junto con el bronquio correspondiente, ramas de la arteria pulmonar, que traen del corazón sangre venosa, y que constituyen en última instancia la red alveolar. De aquí parten los vasos que por su unión forman las gruesas venas pulmonares que, junto con las arterias y bronquios, salen del pulmón y llevan la sangre oxigenada al corazón.
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