jueves, 1 de agosto de 2013

ARQUEOLOGIA - La Edad del Bronce en las regiones del Mediterráneo

LA CULTURA MINOICA Las manifestaciones de la primera cultura minoica, es decir, de la segunda etapa o período cultural de Evans, han sido también divididas por este autor en otros tres períodos, bien caracterizados por la cerámica, que es, sin duda, como ya sabemos, el elemento técnico que mejor individualiza las etapas culturales. En el primer subperíodo existe una alfarería que es fácilmente reconocible por su decoración hecha con pintura mate sobre fondos blancos o rojos o amarillos. Su decoración en arcos y meandros la aproxima a la "cerámica de bandas" o bandkeramik de la Europa central, según la opinión de algunos autores, entre los cuales se encuentran Hoernes y Bohn, aunque esta tesis resulte harto discutida —por razones de espacio y de tiempo—para otros autores. En el segundo subperíodo aparece y se desarrolla una cerámica policroma llamada de Camares por el lugar de su primer hallazgo. Sus formas atrevidas, sus colores brillantes y su gran perfección técnica, revelada por la delgadez inusual de sus paredes, nos pone en presencia de un arte nuevo, de una gran libertad, audacia y elegancia decorativa. A este arte cerámico de las vasijas se agrega el de las estatuillas de arcilla, con representaciones figulinas zoomorfas y antropomorfas.
VASIJAS CRETENSES. Entre los diversos tipos de la cerámica de Creta se destaca el llamado de Camares, que lleva el nombre del lugar de los primeros hallazgos. He aquí dos de esos bellos ejemplares que nombramos, famosos por la estilización libre de sus motivos decorativos, que producen un efecto sorprendente.
El tercer subperíodo muestra un retroceso en la confección de la cerámica; en cambio, florece el de la porcelana de Knosos cuyas delicadas actitudes hieráticas, su rigidez primitiva y la suntuosidad y delicadeza de sus descotados atavíos son exquisitos documentos para la más primitiva historia del ropaje femenino, con tanta razón como las pinturas al fresco de que se habla en otra parte. En esos frescos el estilo decorativo es el de un impresionismo naturalista, en el cual las escenas relativas a la flora y la fauna marina son frecuentes, como corresponde a poblaciones isleñas en contacto frecuente con el mar. En el período minoico final se distinguen dos divisiones internas. La primera muestra todavía la presencia de objetos de piedra con decoración en relieve, de vasijas de cerámica pintada y de jarros de oro y de plata. En la segunda aparece ya la decadencia. Si bien es cierto que se notan nuevas formas, tales como las vasijas con asas en forma de estribo, no es menos cierto que una creciente estilización lleva al olvido de la bella ornamentación impresionista-naturalista, que tan excelentes muestras había producido en los períodos anteriores. Todos los vasos aparecen barnizados sobre el fondo claro de la arcilla. En su conjunto, esta cerámica prueba la evolución cultural lograda a través de los diferentes períodos.

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