martes, 29 de julio de 2014

BIOLOGÍA - Las células de nuestro organismo

OBSERVACIÓN DE NUESTRAS PROPIAS CÉLULAS Quien disponga de un microscopio y quiera ver sus propias células podrá conseguirlo con la mayor facilidad. Para ello basta raspar con la punta de una cuchara la mejilla, dentro de la boca, y esparcir la gotita de mucosidad que queda adherida a la punta de la cuchara sobre una lámina de vidrio. Se añade una gotita de agua y se cubre todo con una laminilla. Se podrán ver al microscopio las células de la mucosa bucal. También podemos punzar el dedo con un alfiler y colocar una gota de sangre sobre una lámina, para cubrirla inmediatamente con una laminilla. Veremos al microscopio los innumerables glóbulos rojos de la sangre, que aparecen de color ligeramente amarillento, de unas 8 milésimas de milímetro de diámetro, y algunos glóbulos blancos, de color lechoso. Son células muy diferenciadas. Los glóbulos rojos, desprovistos de núcleo, son los encargados de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta todos los rincones del organismo; los glóbulos blancos, que poseen núcleo, son los soldados de la sangre, listos para luchar hasta la muerte contra cualquier microbio invasor. Para ver células vegetales basta tomar la epidermis de alguna hoja u obtener con una hojita de afeitar finos cortes de pecíolos o tallos tiernos, y observarlos al microscopio con una gotita de agua, colocándolos entre el porta y el cubreobjetos.

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