jueves, 27 de marzo de 2014

BIOLOGÍA - Arquitectura y organización

LOS TEJIDOS CONJUNTIVOS Contrariamente a los epitelios, los tejidos conjuntivos tienen sus células separadas por una sustancia extracelular de composición variable. En el tejido conjuntivo propiamente dicho esta sustancia consta de fibrillas; entre las células y las fibrillas quedan aun espacios llenos de serosidad, donde se localizan las células adiposas, llenas de reserva de grasas. El tejido conjuntivo se encuentra en los intersticios dejados en todos los órganos por los otros tejidos, entre los órganos y debajo de la piel. Su función es, fundamentalmente, de ajuste y unión. Pero además, es la vía de intenso intercambio entre la sangre de los vasos capilares que lo recorren y los tejidos más compactos próximos a él. Es también en él donde se organiza especialmente la defensa contra los microbios. Una variedad de tejido conjuntivo, en la cual se originan los glóbulos de la sangre, llena la medula de los huesos y forma la trama del bazo y de los ganglios linfáticos. El tejido de los tendones, que ligan los músculos a los huesos, es una variedad más recia de tejido conjuntivo. Finalmente, los tejidos cartilaginoso y óseo, que constituyen nuestro esqueleto, son tejidos conjuntivos en que la sustancia extracelular es dura y homogénea, y deja pequeñas cavidades donde se alojan las células. En el cartílago las células se disponen en pequeños grupos, y en el hueso, en circunferencias concéntricas alrededor de los capilares sanguíneos.
Cartílago visto al microscopio. Las células se disponen, en general, de a pares, dentro de la sustancia fundamental que da al cartílago su consistencia.
Hueso visto al microscopio. Las células óseas (c), separadas por la sustancia fundamental que presta consistencia al hueso, se disponen alrededor de los vasos sanguíneos (v), de donde les llega el alimento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario