sábado, 29 de marzo de 2014

BIOLOGÍA - Arquitectura y organización

TEJIDOS MUSCULARES Para desempeñar su función motora las células musculares, más comúnmente llamadas fibras musculares, por ser alargadas, tienen el citoplasma lleno de fibrillas paralelas, dispuestas longitudinalmente. Son estas fibrillas las que, en respuesta a la excitación transmitida por los nervios, se contraen, trayendo como consecuencia el acortamiento de las fibras y, por consiguiente, de los músculos. Hay dos tipos de fibras musculares y, por lo tanto, de tejidos musculares. La fibra estriada, más bien larga, tiene muchos núcleos y sus fibrillas son heterogéneas, estando cada una formada por una serie de segmentos alternadamente claros y oscuros. La fibra lisa, más corta y con un solo núcleo, tiene, por el contrario, fibrillas homogéneas. Los músculos estriados, inervados por el sistema nervioso central, tienen movimientos voluntarios (con excepción del corazón). Los músculos lisos, que se encuentran especialmente en los órganos viscerales, en las glándulas y en la piel, donde provocan la erección de los pelos, se contraen lentamente y tienen movimientos independientes de nuestra voluntad, debido a que están inervados por el sistema nervioso simpático.
Fibras musculares vistas al microscopio. I, fibra muscular estriada; II, fibra muscular lisa; n, núcleo.

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