domingo, 21 de septiembre de 2014

BIOLOGÍA - La formación de los seres

MÓRULA, BLÁSTULA Y GÁSTRULA El huevo del anfioxo se divide en dos células, éstas se dividen dando origen a cuatro, las cuales originan ocho, éstas dieciséis, y así sucesivamente, hasta que el embrión toma el aspecto de una esfera compacta, constituida por muchísimas esferitas, de las cuales las superficiales forman prominencias redondeadas, semejando los frutos de la mora: es la fase de mórula. Al cabo de poco tiempo, sin embargo, al continuar sus divisiones, las células de la mórula se van alejando hacia la periferia, dejando un espacio central; llegamos así a la blástula, esfera hueca cuyas paredes están formadas por una capa continua de células. Se inicia entonces la formación de la gástrula. En uno de los polos del embrión, el ventral, la pared comienza a hundirse, a invaginarse, hasta quedar pegada a la cara interior de la pared del polo dorsal. Desaparece así la cavidad central de la blástula y se forma una nueva, el intestino primitivo, abierto al exterior por un orificio, el blastóporo.
Desarrollo del embrión del anfioxo: I, huevo; II-IV, segmentación del huevo y formación de la mórula; V, blástula cortada por la mitad; VI-VIII, formación de la gástrula.
La gástrula es, por lo tanto, una esfera hueca, pero perforada, y su pared está formada por dos capas de células, u hojas: la externa o ectodermo, y la interna, o endodermo. Más adelante surge una tercera hoja entre esas dos: el mesodermo y aun una cuarta, el mesénquima. Cada una de ellas dará origen a determinados órganos.

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