martes, 23 de septiembre de 2014

BIOLOGÍA - La formación de los seres

LA SEGMENTACIÓN DEL HUEVO Todos los seres originados por reproducción sexuada provienen de una célula inicial única, la célula huevo, resultante de la fusión de la célula reproductora masculina, el espermatozoide, con la femenina, el óvulo. En el huevo de gallina la clara es sólo un alimento sin vida destinado a ser utilizado durante el desarrollo del embrión. Es la yema la célula huevo; pero su parte viva se reduce prácticamente al núcleo microscópico envuelto por una pequeña porción de protoplasma vivo; el resto está formado por sustancias alimenticias inertes llamadas vitelo, incluidas en el citoplasma.
(I), huevo de gallina: a, cámara de aire; c, clara; y, yema. (II), cicatriz vista al microscopio, constituida por muchas células que forman una mórula achatada.
Un huevo fecundado da ya comienzo a su desarrollo al ser puesto por la gallina. El núcleo de la célula huevo se divide varias veces, formando un conjunto de células que se nos aparece como un disco más claro, el área germinativa o cicatriz, en la superficie de la yema. Las divisiones celulares no alcanzan, sin embargo, al vitelo. Los huevos del comercio, provenientes en general de gallinas aisladas de los gallos, no son fecundados, y por lo tanto no tienen cicatriz. De ésta, durante la incubación, se va originando el embrión, que se alimenta primero del resto de la yema (vitelo) que queda anexo a su cara ventral, y luego de la clara. Los huevos de otras aves, de los reptiles y de muchos peces, tienen igualmente enorme cantidad de vitelo, que tampoco participa en las divisiones celulares y forma el saco vitelino, anexo al embrión. Pero los huevos de otros animales, como los equinodermos (erizos de mar), el anfioxo y casi todos los mamíferos, no tienen prácticamente vitelo. Pueden prescindir del vitelo porque el embrión extrae sus alimentos del agua de mar o, en el caso de los mamíferos, del organismo materno. Como no hay vitelo, las divisiones iniciales del huevo lo atraviesan de lado a lado originando células iguales. Los anfibios (ranas, sapos, tritones), tienen huevos de tipo intermedio, con una cantidad moderada de vitelo que predomina en uno de los polos del huevo, el polo vegetativo, opuesto al polo animal, donde se hallan el núcleo y la mayor parte del citoplasma activo. En este caso la segmentación alcanza a todo el huevo, pero las células formadas en el polo vegetativo son mucho mayores que las del polo animal, por contener mucho más vitelo. En el caso de las aves y de los reptiles, pues, la segmentación del huevo es parcial; en el de los anfibios es total y origina células desiguales; en el de los mamíferos es total y de ella resultan células iguales. Así, la cantidad de vitelo influye en el tipo de segmentación; pero a pesar de las diferencias que derivan de ello, las primeras etapas de la embriogénesis son comparables en todos los pluricelulares. Comenzaremos examinándolas en el anfioxo, animal que se considera intermedio entre los invertebrados y los vertebrados.

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