jueves, 22 de mayo de 2014

BIOLOGÍA - Reproducción asexuada y regeneración

Un ser vivo es una máquina de transformar materia bruta en materia viva. El resultado de esa transformación es el crecimiento, ya sea el de un vegetal que utiliza sustancias minerales para sintetizar su propia sustancia, ya sea el de un animal que revitaliza, incorporándolos a su organismo, los alimentos orgánicos. Una gota de protoplasma ávida de alimento, que es el comienzo del embrión humano, fabrica en algunos años muchos kilogramos de materia viva. Pero el crecimiento individual tiene un límite. La fragmentación del ser en dos o más individuos, es decir, la reproducción, es la que permite una nueva fase de fabricación intensiva de materia viva, o sea, de crecimiento. Aunque sean variadísimas las modalidades de reproducción en la Naturaleza, se pueden distinguir dos tipos generales: la reproducción asexuada, en la cual se desprende simplemente una parte del ser para constituir un nuevo individuo, y la sexuada, en la cual la formación del nuevo ser es precedida por la fusión de dos células reproductoras de sexos diferentes: los gametos.

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