sábado, 11 de octubre de 2014

BIOLOGÍA - Los insectos sociales

LOS COMEJENES Los comejenes (también llamados termites) no pertenecen al mismo orden que las hormigas, pero viven en colonias muy parecidas. Los dos tipos de insectos evolucionan independientemente para llegar a una solución análoga del problema de la vida social. Es natural, por lo tanto, que a pesar de la semejanza general la vida de ambos grupos presente sus peculiaridades. Entre los comejenes, los operarios y guerreros son machos y hembras estériles. En algunas especies brasileñas, los soldados tienen un hocico por donde arrojan al enemigo una sustancia pegajosa que les aglutina las patas y los inmoviliza. Los operarios y soldados son en general ciegos y sin alas. Viven dentro de la comejenera y en galerías que construyen para explorar la vecindad. En muchas ciudades brasileñas es conocidísima una especie de comejenes (cupim) que forma enjambres en agosto y septiembre. Millares de machos y hembras alados salen de las comejeneras, construidas muchas veces en el maderaje de las casas, y atraídos por la luz forman densas nubes en torno de las lámparas. Entre los comejenes el macho tiene un destino más feliz que entre las hormigas y abejas, pues la cópula no se produce durante el vuelo, sino después que la pareja, desembarazándose de las alas, construye un nido dentro de la madera. El rey vive en la cámara real junto con la reina y la fecunda periódicamente. La reina está tan llena de huevos, que el volumen de su abdomen aumenta hasta dos mil veces. En una especie africana llega a poner setenta mil huevos por día y cien millones en toda su vida. En la comejenera nacen machos y hembras alados, que son los encargados de fundar nuevas colonias. Pero hay además otros comejenes fértiles, sin alas o de alas rudimentarias, que entran en función cuando muere la pareja real. Si muere sólo la reina, varias de estas reinas de reserva son fecundadas por el rey y comienzan a poner huevos. Los comejenes se alimentan principalmente de madera, pero también de otros productos vegetales. En las especies que sólo comen madera no descompuesta, la digestión sólo puede hacerse gracias a los protozoarios intestinales que viven en simbiosis con estos insectos. Como entre las hormigas, el alimento pasa frecuentemente de boca en boca por regurgitación, Además, los obreros se alimentan de las heces de sus compañeros, aún no totalmente digeridas. Los más jóvenes son alimentados con saliva regurgitada por los operarios. Las reinas, de vientre enorme, segregan por la piel una sustancia que los operarios que viven alrededor de ellas chupan y aprecian mucho; frecuentemente lo hacen con tanto entusiasmo que llegan a herir a la reina. La economía alimenticia exige también que sean devoradas las pieles de las mudas de las larvas y hasta los individuos más débiles de la colonia. Hay comejenes que viven exclusivamente en la madera; otros hacen nidos en el suelo, subterráneamente o construyendo montículos y elevaciones de varios metros de altura. Muchos construyen con barro grandes nidos en los árboles o utilizan viejos troncos como ejes de grandes construcciones, provistas muchas veces de tejados que las resguardan del sol y de la lluvia. También los comejenes tienen sus asociados, en su mayor parte insectos que segregan sustancias agradables y que por eso son alimentados por ellos. Estos insectos son perjudiciales por los serios estragos que producen en las maderas y por las comejeneras durísimas que llenan ciertos campos, dificultando la labranza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario