Los territorios de Africa, Asia y Europa, que colindan parcialmente con el Mediterráneo oriental fueron escenario del desenvolvimiento de diversas formas locales de la Edad del Bronce. Aunque no sea posible seguir aquí minuciosamente el desarrollo de cada una de estas culturas locales, ni anotar sus menudas diferencias, conviene que señalemos, sin embargo, sus más notorias características, así como que precisemos la cronología de sus principales períodos internos. Ello permitirá, al mismo tiempo, advertir el nacimiento y la estructuración inicial de las más antiguas civilizaciones, cuyo influjo ha sido extraordinario en el desarrollo cultural de Europa y del mundo.
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