miércoles, 12 de junio de 2013

FILOSOFIA - Los sofistas y Sócrates

PROTAGORAS Dice Platón que, en vez de la verdad, los sofistas toman la apariencia como más digna de estimación, "haciendo aparecer grande lo pequeño y pequeño lo grande, con la fuerza de la palabra". Y Aristóteles, a su vez, declara que: "la razón más débil la tornan la más fuerte". A estas dos expresiones de los grandes socráticos, en el Fedro y la Retórica, hay que agregar el siguiente fragmento de Las Leves: "Comienzan por declarar que los dioses son una invención; de ningún modo existen en realidad, difieren conforme son los pueblos y la opinión común, manifestada en la legislación. La belleza varía también, conforme a la naturaleza y la ley; la justicia no existe en la naturaleza. Lo que se establece u ordena, se erige en regla soberana. Todo es obra del arte y de la ley y no de la naturaleza..." "Por esto, agrega Platón, los jóvenes se hicieron impíos; pensaron que no existen dioses, como los que las leyes prescriben que hay que reconocer. Y de aquí procedieron las sediciones, porque cada quien tendió a la vida según la naturaleza; vida que en realidad consiste en dominar a los demás, en vez de subordinarse a ellos, conforme la ley lo ordena." Los dos grandes sofistas de que trataremos, son Protágoras y Gorgias. Sus opiniones se oponen radicalmente. Para PROTACORAS, que reflexiona en pos de Heráclito, nada existe, sino que todo se muda sin cesar. Diógenes Laercio nos ha conservado la sentencia fundamental protagónica: "El hombre es la medida de todas las cosas; de lo que existe para decidir que existe; de lo que no existe para decidir que no existe". Por ende, lo que las cosas me parecen ser, son para mí, lo que me parecen ser; y todo lo que a ti te parezcan las cosas, eso serán para ti. Agregaba Protágoras que, fuera de la sensación, el alma nada es. Floreció el gran sofista de 480 a 411 antes de Cristo. Enseñó en Atenas, donde pudo ser rebatido por Sócrates, según lo relata Platón.

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