lunes, 10 de junio de 2013

FILOSOFIA - Los sofistas y Sócrates

GORGIAS GORGIAS de Leontini floreció de 487 a 380 antes de Cristo. En Atenas fue acogido con entusiasmo. Una y otra vez regresó a la Ciudad. Se cuenta que acumuló tal fortuna, que pudo erigirse a sí propio una estatua de oro. Así como Protágoras procede de Heráclito, Gorgías deriva su pensamiento de la filosofía eleática. Aristóteles formula la doctrina de Gorgias en los siguientes términos: "Declara que nada existe; que si alguna cosa hay, no la podemos conocer, y que si pudiésemos conocerla, no la podríamos enseñar a los demás... Declaró que no hay ser ni no ser, en virtud de que si el no-ser es el no-ser, el no-ser no sería menor que el ser, porque el no-ser es el no-ser, como el ser es el ser. Por esto las cosas no tienen más razón para ser que para no ser". Se ha formulado la oposición entre Protágoras y Gorgias, declarando que para el primero todo es verdad, en tanto que para el segundo nada es verdad; pero ambas proposiciones son falsas, porque hay algo que es verdad y algo que no lo es. En efecto: enseria la lógica que dos proposiciones universales y contrarias pueden ser ambas falsas. Había menester el pensamiento griego de una crítica del conocimiento que criticase la postura de los sofistas, como la crítica de los sofistas, fundada en los temas cosmológicos de los presocráticos, había discutido sus conclusiones. Un gran genio filosófico aparece entonces. Es Sócrates. Fundó la Lógica con su crítica de las opiniones sofísticas; pero hizo algo más, algo más grande y sublime: fundó la Moral como ciencia. Porque para fundar la Moral era menester fundar, previamente, la Lógica. Ningún hombre, si se exceptúa a Jesucristo, ha tenido en los destinos de la humanidad, la significación de Sócrates. Ningún pensador merece elogio semejante al que la Antigüedad otorgó al maestro de Platón y Aristóteles: "Sócrates, fundador de la ciencia moral".

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