miércoles, 13 de agosto de 2014

PREHISTORIA - El Período Paleolítico

FINALIDAD DEL ARTE PALEOLITICO Tales pinturas, pues, tendrían no una finalidad puramente artística, sino realmente utilitaria. Ello se ve claramente en la forma pertinaz en que se esconden de la mirada de los no iniciados estas manifestaciones de arte. En la gruta de Font de Gaume hay que atravesar un punto peligroso, el Rubicán. La gruta de Tuc d'Audoubert se nos aparece como un santuario lleno de misterio: hay que realizar un viaje por la profundidad de la cueva, que se va estrechando gradualmente; pronto no queda paso, ni aun yendo encogido, y hay que proseguir, arrastrándose de bruces por el suelo, entre las tinieblas, oyendo acrecentarse el rumor cada vez más cercano del agua; al llegar al arroyo subterráneo hay que atravesarlo a nado, cosa bien difícil en invierno, cuando las crecientes lo convierten en un furioso torrente; sólo así se llega a nuevas salas, con dibujos preparatorios cuyo número e interés está sabiamente graduado; queda por recorrer, todavía, otra sala cuyas paredes están desnudas de recuerdos de arte, pero cuyo piso está sembrado de osamentas de osos; y, allí, a más de setecientos metros de la entrada, se encuentra una de las manifestaciones más extraordinarias del arte prehistórico. Se trata de los dos celebrados bisontes, grupo semiescultórico, realizado en arcilla. Lo extraordinario de estas figuraciones no es sólo el material empleado para tan vasto friso escultórico, ni la vivacidad y justeza de movimiento que anima a ese grupo, sino la técnica utilizada; en la mayoría de los casos ese arte mural está logrado mediante el empleo de la pintura o del grabado; pero aquí tenemos un ensayo logrado en la tentativa de destacar a las figuras de la pared natural rocosa que le sirve de fondo, de modelar en relieve, de hacer escultura. Esta cueva extraordinaria fue explorada por el conde Begouen y sus hijos. Dos de ellos utilizaron más tarde este hallazgo para escribir una de las más interesantes novelas de asunto prehistórico: Les Bisons d'argile.
BISONTE HERIDO. Reproducciones de animales heridos, como la presente, son pruebas de las finalidades mágicas del arte paleolítico europeo. Esta pintura mural, en negro, fue realizada en la caverna de Niaux, Ariége, Francia.
No ha de creerse, sin embargo, que una caverna en que las representaciones artísticas se encuentran a tanta distancia de la boca de entrada sea realmente única. En la de Niaux, las primeras manifestaciones de arte se hallan a cuatrocientos cincuenta metros de aquélla, y la famosa sala redonda en la que se hallan tan excelentes reproducciones de bisontes, se encuentra a ochocientos. Otra caverna, la de Trois Fréres, nos ofrece, no ya por deducción, las muestras de su carácter mágico religioso. Está allí representada, en una de las paredes, la imagen del mago mismo, con su disfraz ceremonial, en el que se destacan una especie de máscara con cuernos y barba postiza. Es ésta la figuración ceremonial más remota de que tengamos noticias y el antecedente necesario de cuantas manifestaciones de ritual mágico muestra la historia de los pueblos primitivos.

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