sábado, 5 de octubre de 2013

ANTROPOLOGIA - Los primeros hombres

LOS FOSILES DE WEIMAR Dos son las localidades, cercanas a Weimar, en donde se han encontrado restos del hombre chelense. El primero de estos hallazgos es el verificado, en 1871, en el pueblo de Taubach, de un cráneo humano, al cual, originariamente, se le atribuye muy remota antigüedad. Virchow lo estudió, demostrando que era neolítico y retirándole, en consecuencia, el mérito y el prestigio de que en el primer momento se le rodeara. En 1892, un nuevo hallazgo, esta vez de un diente (al que luego se le agregó otro, cuyos datos de extracción y proveniencia no se conocen tan bien). Ambos fueron enviados al profesor Nehring, de Berlín. Este, aun cuando considerándolos humanos, hizo notar sus características simiescas, especialmente por lo que se refiere a sus grandes dimensiones, la disposición de sus dentículos y el arrugamiento de su esmalte. Duckworth se ha manifestado indeciso, en tanto que Miller y Gregory los atribuyen, sin vacilación, a una especie de chimpancé fósil. Por su parte, Boule sospecha que hayan pertenecido a un hombre fósil del tipo del de Neanderthal. Otra localidad cercana a Weimar es la de Ehringsdorf, en donde, en 1914, poco antes de la guerra, se encontró, a cerca de doce metros de profundidad, en terrenos netamente cuaternarios, una mandíbula humana, de adulto, que Schwalbe bautizó con el nombre de "mandíbula de Weimar". En 1916 una pieza análoga, dientes aislados y algunos otros pequeños fragmentos óseos, todos ellos pertenecientes a un esqueleto de niño, fueron encontrados y estudiados, en 1920, por Virchow. La primera de estas piezas óseas puede haber sufrido una deformación post mortenz —como lo suponen tanto Schwalbe como Virchow—, lo cual habría producido la gran estrechez del arco mandibular que actualmente se nota. Suprimiendo dicha deformación, la corrección resultante disminuiría el gran prognatismo alveolar que ahora existe. Los dientes se presentan muy gastados, especialmente los caninos. La muela del juicio es muy pequeña, lo cual hace suponer que la tendencia a su desaparición es mucho más antigua de lo que se supone. En cuanto a la mandíbula infantil presenta características similares, aunque atenuadas: no hay tanta estrechez del arco mandibular y, por tanto, es menor el prognatismo. Una y otra muestran una ausencia de mentón que las señala como muy antiguas. La gracilidad de sus formas las aleja netamente de la tan robusta espesa mandíbula de Mauer. Por 'ello Schwalbe y Virchow, que consideran a ésta como perteneciente al comienzo del período chelense, sostienen que las de Weimar son mucho más recientes, ya que deben pertenecer, en su opinión, al final del período achelense.
DETALLES MANDIBULARIOS COMPARADOS. El borde inferior y las huellas digástricas de diversas mandíbulas, en sus etapas evolutivas. Adviértanse las diferencias de amplitud existentes, así como las del campo afectado por las huellas in. di. significa: impresiones digástricas. Trazados de acuerdo con un dibujo de Boule.

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