miércoles, 13 de noviembre de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Sistema nervioso

LA MEDULA ESPINAL
SISTEMA NERVIOSO AUTONOMO. El sistema nervioso regula y coordina las funciones de
las vísceras mediante una división del mismo que tiene ciertas características especiales que
justifican su descripción aparte. El sistema se compone de vías aferentes, centros y vías eferentes, por donde se establecen reflejos que regulan las funciones de las vísceras y aparatos del organismo. Las vías aferentes nacen en las distintas vísceras (aparatos digestivo, circulatorio, respiratorio, urinario, genital, endocrino, etc.). Los impulsos que provienen de
estas vías no causan por lo general sensaciones conscientes. Las vías eferentes que tienen una disposición anatómica particular que luego describiremos, tampoco están bajo la dependencia de la voluntad ni de la conciencia. De manera que esta división del sistema nervioso no depende de la voluntad (sistema nervioso involuntario), tiene poca conexión con el resto del sistema nervioso central (autónomo), y regula la vida orgánica o vegetativa (sistema nervioso vegetativo). Todas las vísceras reciben por lo general una doble inervación proveniente del sistema autónomo: una excitante y otra inhibidora. A) Disposición anatómica. Las características anatómicas de este sistema son las siguientes: a) el cuerpo celular de la última neurona eferente se halla fuera del neuroeje y a veces en la vecindad del órgano inervado; b) sus fibras nerviosas son amielínicas y de tiempo de conducción largo. Puede dividirse el sistema autónomo en dos sistemas según el origen de sus fibras eferentes: el sistema simpático (ortosimpático o toracolumbar), y el sistema parasimpático (cráneosacro). b) Sistema simpático. Las vías eferentes nacen en células de la parte antero lateral de la sustancia gris de la medula espinal.
Nacimiento de las fibras nerviosas del sistema simpático.
Las fibras nerviosas emergen de la medula con las raíces anteriores de los nervios raquídeos dorsales y dos o tres primeros lumbares, y van a terminar en ganglios que forman una cadena a lo largo de la columna vertebral. La fibra que va de la medula al ganglio se denomina preganglionar. De las células nerviosas del ganglio parten las fibras posganglionares que, después de un recorrido más o menos largo, van a terminar en su elector correspondiente. El sistema simpático tiene diversas acciones que pueden ser excitantes o inhibidoras.
Esquema que representa la inervación de algunas vísceras por el sistema autónomo.
c) Sistema parasimpático. Las vías eferentes nacen en neuronas: 1) situadas en el mesencéfalo, protuberancia y bulbo, y salen del neuroeje con los pares craneanos III, VII, IX y X; 2) situadas en la medula sacra y que salen con las raíces anteriores sacras. Estas fibras preganglionares siguen un trayecto a veces muy largo y van a parar a ganglios situados por lo general en la vecindad o aun en el interior mismo del órgano efector. El sistema parasimpático tiene diversas acciones que pueden ser excitantes o inhibidoras. El par X, neumogástrico o vago, es el nervio parasimpático más importante, pues lleva libras eferentes preganglionares que van a terminar en ganglios situados en el corazón, el hilio del pulmón, el plexo esolágico y los plexos del abdomen superior y del estómago o intestino. d) Acción recíproca del simpático y del parasimpático. Casi todos los órganos de la vida vegetativa reciben doble inervación: simpática y parasimpática, siendo por lo general de acción opuesta. Así, por ejemplo, en el corazón el simpático es acelerador, el parasimpático es inhibidor; en el intestino el parasimpático es excitador, el simpático inhibidor; en la pupila el simpático es dilatador, el parasimpático constrictor; en los vasos sanguíneos, el simpático es constrictor y el parasimpático es dilatador. La acción general del simpático es la de movilizar la energía del organismo en una forma amplia y se manifiesta sobre todo en los estados de emergencia, cuando se debe realizar un esfuerzo; por ejemplo en la lucha, en las emociones intensas: miedo, ira, etc. El parasimpático, en cambio, tiene una acción más localizada, y sus efectos tienden a acumular o restituir energía. e) Transmisión humoral. Existen numerosas pruebas de que la acción de los nervios del sistema autónomo se efectúa mediante sustancias químicas liberadas al nivel de sus terminaciones nerviosas en los efectores. El simpático libera simpatina, sustancia pariente de la adrenalina; y el parasimpático libera acetilcolina. En los órganos periféricos existen sustancias que oxidan a la adrenalina, con lo que desaparece rápidamente su acción. También existe una enzima, la colinesterasa, que destruye a la acetilcolina. Al nivel de la sinapsis ganglionar de ambos sistemas se desprende acetilcolina, que es la sustancia responsable de la transmisión sináptica.
f) Acción de las drogas. Las drogas que tienen una acción similar a la del simpático se denominan simpático miméticas. El ejemplo típico es la adrenalina. Las que suprimen la acción del simpático se denominan simpaticolíticas; figuran en este grupo la ergotamina, la iohimbina y otras sustancias sintéticas. Las drogas que tienen una acción similar a la del parasimpático se denominan parasimpaticomiméticas. La acetilcolina y otros derivados de la colina, y la pilocarpina son las más conocidas. Las que suprimen la acción del parasimpático se denominan parasimpaticolíticas y la droga tipo es la atropina, principio activo de la belladona.

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