jueves, 12 de diciembre de 2013

ASTRONOMIA - Las grandes leyes del universo

SISTEMA DE COPERNICO La primera vez que se expuso el sistema real del mundo, a base de la rotación terrestre, fue en 1548, al aparecer la famosa obra del canónigo NICOLAS COPERNICO De Revolutionibus Orbium Coelestium, sobre los movimientos de las órbitas terrestres. En ella se asegura que la primera y más elevada de todas las esferas es la de las estrellas, la cual comprende a todas las otras; está inmóvil y a ella se refieren las posiciones y los movimientos de los planetas. Debajo de esta esfera está la órbita de Saturno, cuya revolución dura 30 años; después vienen las órbitas de Júpiter, de 12 años de duración; la de Marte, que en 2 años da la vuelta al cielo; la de la Tierra con la Luna, en 1 año; la de Venus en 9 meses, y la de Mercurio, en 88 días. En el centro de estas órbitas reside el Sol. Con todo, en el sistema de Copérnico subsisten graves errores. Uno de ellos es el de suponer que las revoluciones de los planetas alrededor del Sol son rigurosamente circulares; otro el de continuar admitiendo la teoría de la excéntrica de los antiguos griegos para explicar el movimiento variado del Sol en la esfera celeste. Por último, Copérnico creía que para que el eje de rotación de la Tierra se dirigiera siempre hacia el mismo punto del cielo, o sea el polo, era necesario suponer en nuestro planeta un tercer movimiento, que consistía en que su eje describiera cada año un cono alrededor de una perpendicular a la elíptica pasando por su centro. Así, según él, se lograba obtener el paralelismo constante de dicho eje en el espacio y explicar la sucesión de las estaciones. Este movimiento era del todo superfluo; pues en mecánica el movimiento de traslación consiste precisamente en el paralelismo constante de las rectas que unen los mismos puntos del móvil.

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