EFECTOS DE LA POSICIÓN El estudio de los cromosomas salivales constituye hoy uno de los principales métodos de investigación en Genética, y ha sido de un valor inestimable en los trabajos acerca del mecanismo de la evolución de las especies. Uno de los importantes resultados a que condujo esta nueva técnica fue el descubrimiento de que los genes determinan a veces caracteres diferentes según la posición que ocupa el cromosoma. Supongamos, cosa que ocurre a veces, que un pedazo de cromosoma se desprende y se suelda nuevamente en el lugar donde estaba, pero en posición invertida. Naturalmente, todos los genes del cromosoma continúan en él, pero variarán sus posiciones relativas. Esta inversión puede ser acompañada de la aparición de caracteres que la mosca no tenía. De estas u otras observaciones se saca en conclusión que cada gen no actúa aisladamente. Determina uno u otro carácter según la interferencia producida por su acción con la de todos los demás genes. La Genética consiguió en su primera fase, analítica, aislar los genes como responsables individuales de ciertos caracteres. Este análisis abrió el camino para la comprensión de formas cada vez más complejas de interferencia entre genes. Se descubrieron los genes complementarios, que sólo determinan el carácter cuando actúan en conjunto; los condicionales, cuya presencia es necesaria para que otros genes puedan manifestar sus efectos; los genes de intensidad, cuya acción es reforzar o inhibir la acción de otros, etc. Finalmente, descubriendo los efectos de la posición, mostrando que cada gen puede tener su acción modificada por la posición que ocupa entre los otros genes, y estableciendo que los genes no son factores absolutos de los caracteres y que sólo pueden determinarlos ante ciertas condiciones del medio, la Genética ha llegado a una visión sintética bastante satisfactoria de los fenómenos hereditarios, forzosamente deformada en los primeros tiempos por la simplificación a que obligaba un análisis incipiente.
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