CERRANDO EL CICLO Vuelven, pues, a la Naturaleza, como resultado de las descomposiciones que sufren los alimentos en los animales, principalmente agua, anhídrido carbónico y urea. Ésta es descompuesta en el mundo exterior por ciertas bacterias hasta el estado de nitratos. Ahora bien, son justamente estos materiales los que sirven para las síntesis efectuadas en los vegetales verdes y de las cuales resulta la formación de glúcidos, grasas y prótidos. Así se cierra el ciclo de la materia alimenticia, que recorre los dos reinos. Es claro que las excreciones animales no son aprovechadas inmediatamente por los vegetales ni son ellas las únicas fuentes de materia prima para la fotosíntesis. En realidad se intercala en el ciclo una fase geológica. Por ejemplo, el agua perdida por los animales como transpiración u orina, se reintegra al inmenso manantial de agua líquida o al estado de vapor de la naturaleza muerta, y sólo eventualmente el agua excretada por algún animal llegará a ser aprovechada directamente por un vegetal. La combustión de los bosques y la descomposición de los cadáveres de todos los seres vivos —a la cual contribuyen activamente las bacterias— son fuentes de anhídrido carbónico y vapor de agua mucho más importantes que las excreciones animales. Además de eso, ellas hacen retornar a la tierra diversos elementos minerales indispensables a las plantas.
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