viernes, 6 de junio de 2014

BIOLOGÍA - Los seres vivos y el medio

El hombre de la ciudad depende directamente, en su vida diaria, de la carnicería, de la tienda de comestibles y de la lechería, de los comercios donde compra sus ropas y los más diversos objetos; de los tranvías y automóviles, de los escritorios, de los lápices y de la máquina de escribir, del papel, de las bombillas, del gas y del teléfono, y por fin, de los otros hombres. Pero todo esto sale de la tierra, del agua, del Sol, de los animales y de las plantas. Los tranvías y las bombillas no funcionarían sin las caídas de agua. La gasolina, el carbón, el hierro de las máquinas, el grafito de los lápices, el barro de los ladrillos, provienen de la tierra. El papel, los paños, la celulosa y numerosas materias plásticas son productos vegetales, como la mayor parte de nuestros alimentos. La carne, la leche, la seda, el cuero, son de origen animal. Y el hombre depende todavía de los vegetales, que proveen de oxígeno al aire, de los parásitos que viven en su propio intestino, de las bacterias, que lo tienen en cama con fiebre, o producen la cerveza o el alcohol, o provocan la putrefacción de los cadáveres fertilizando la tierra. Pero el hombre no es el único ser dependiente. Todos los animales y las plantas, por varias razones dependen unos de otros y sufren la influencia del medio en que viven: de la temperatura, de la luz, de la humedad, de la presión atmosférica, de la naturaleza del suelo, de la concentración salina y de las corrientes (en los casos de seres acuáticos). La parte de la Biología, por cierto importante, que estudia estas múltiples interdependencias y la manera como los seres actúan sobre el medio y se defienden, es la Ecología.

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