lunes, 30 de junio de 2014

BIOLOGÍA - Sucesiones y formaciones

LAS SUCESIONES Supongamos que una superficie de selva natural sea destruida por el hombre o por el fuego y abandonada a su propio destino. Al cabo de un tiempo más o menos largo la selva se reconstituye. No obstante, antes es preciso que la región sea invadida sucesivamente por algunos tipos de vegetación, cada uno de los cuales prepara el ambiente para el que viene después, hasta que por fin pueda instalarse la selva. Los distintos tipos de vegetación que se suceden forman una sucesión. Un terreno desnudo está sujeto a la radiación solar directa, y por lo tanto es supercalentado, superiluminado y resecado. Las semillas de las plantas silvestres que exigen menor temperatura y mayor humedad no pueden germinar allí. El "capim" (cierta gramínea del Brasil), en cambio (que no existe en la selva), crece bien en tales condiciones. Dentro de un tiempo mayor o menor, las semillas de "capim" van migrando hacia el área desnuda, transportadas de los campos adyacentes por los vientos. Encontrando campo propicio, estos vegetales se instalan allí, primero en forma espaciada, después cada vez más conglomerados, hasta cubrir todo el terreno. Comienza entonces a surgir la competencia entre las distintas especies de "capim" y entre los propios individuos de la misma especie. La vegetación va siendo cada vez más densa y ciertas especies son desplazadas por otras más vigorosas. Al mismo tiempo, la naturaleza del terreno va siendo modificada por la presencia de los vegetales. La tierra cubierta, protegida del sol, retiene más humedad. Las semillas que no germinan en la tierra desnuda, aquí logran hacerlo. Van poco a poco surgiendo hierbas mayores y pequeños arbustos aquí y allí. Al cabo de muchos años ya van predominando los arbustos, que nacen cada vez más próximos, proyectando sombra que perjudica al "capim" y beneficia a las plantitas jóvenes que se convertirán en arboles. Así desaparece poco a poco el "capim" precursor, mientras los arboles van surgiendo en mayor número y sustituyen a los arbustos. A su sombra aparecen las hierbas umbrófilas, que cubren el suelo de la selva; las lianas se van enroscando a los troncos y sobre ellos se instalan las epífitas. Está reconstruida la selva. Este relato esquemático de una sucesión sirve para recalcar ciertos hechos: Las diversas asociaciones vegetales que se sucedieron en la conquista del suelo dominaron el ambiente y lo prepararon para la asociación subsiguiente. A medida que iban dominando las nuevas asociaciones, las anteriores iban perdiendo terreno, hasta desaparecer por completo. La sucesión se ha ido desenvolviendo hasta alcanzar el estado final permitido por las condiciones climáticas locales; esta formación final es el clímax de la sucesión, que se mantendrá mientras no cambie el tipo de clima. Para una región dada, cualquiera que sea el punto de partida, se alcanzará tarde o temprano la formación-clímax y se mantendrá. Supongamos que se arrase totalmente un trecho de "caatinga" y en otro trecho se plante un gran número de árboles forestales. Al cabo de cierto tiempo ambos trechos serán nuevamente "caatinga" típica, porque es ésta la formación-clímax exigida por las condiciones del clima de la región. Supongamos que existan una laguna y una colina de roca viva en dos puntos de una misma región climática cubierta, en el resto de su superficie, por una selva que sea el clímax de la región. Si examinamos la vegetación que se extiende desde la orilla del lago (o aun desde adentro) hasta la selva, encontraremos una sucesión en el espacio que corresponde a la misma sucesión que se desarrollará con el tiempo, transformando la vegetación de la orilla de la
laguna en una selva. De la laguna para afuera encontramos primero hierbas acuáticas flotantes, después fijas al fondo, luego hierbas de matorral cada vez más seco, a continuación hierbas más altas de terreno enjuto, a las que seguirán arbustos y después arbustos entremezclados con árboles, hasta llegar a la selva. Ahora bien: lo que hoy es la orilla de la laguna será después matorral, y más adelante se instalarán allí, sucesivamente, las mismas asociaciones que ligan en el espacio la laguna con la selva. Por otra parte, la colina de piedra está ligada con la selva por una sucesión cuyas asociaciones podemos encontrar caminando de la colina hacia la selva, las cuales guardan el mismo orden en que se sucederán sobre el punto que hoy es roca dura y que un día estará cubierto por la selva. Las dos sucesiones, la que parte del agua y la que parte de la piedra, conducirán al mismo resultado, la selva, formación-clímax de aquella región.

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