lunes, 1 de julio de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Circulación de la sangre

CIRCULACION EN LAS ARTERIAS
A) CONSTANCIA DEL FLUJO SANGUINEO. Si el sistema arterial fuera un sistema de tubos rígidos, el aflujo de sangre se interrumpiría durante la diástole ventricular. Así, el que no suceda tal cosa se debe a la elasticidad de las arterias. Los 60-70 cm3 de sangre que descarga el ventrículo izquierdo durante su contracción distienden las paredes elásticas de la aorta. Al terminar la contracción ventricular, las paredes distendidas de la aorta vuelven a su posición de equilibrio y comprimen la sangre contenida en su interior. La sangre no puede volver al ventrículo por impedírselo las válvulas semilunares cerradas, y progresa entonces hacia la periferia. El flujo de sangre en una arteria grande no se interrumpe durante la diástole, aunque sufre una neta aceleración durante la sístole ventricular. Pero, a medida que nos alejamos del corazón, la influencia de la descarga sistólica se amortigua más y más por obra de la elasticidad del árbol arterial, hasta que, al llegar a los capilares, el flujo es prácticamente uniforme durante todo el ciclo cardíaco. B) EL PULSO ARTERIAL. La brusca expansión de la aorta, determinada por la expulsión de sangre durante la sístole, se propaga, a lo largo del sistema arterial, en forma de onda y con una velocidad de unos 7 a 8 m por segundo. Esta onda de presión puede percibirse en cualquier arteria que se tome entre los dedos o que se comprima ligeramente contra un plano resistente. El pulso arterial ha sido, desde los primeros tiempos de la medicina, uno de los aspectos del funcionamiento del organismo más explorado por los médicos. Ya Galeno escribió un tratado sobre el pulso, y en un libro más reciente, de mediados del siglo XIX, se escribe que "palpar el pulso es juzgar el estado de las fuerzas y de los recursos de la vida, es hacer un análisis químico y microscópico..." Hoy, con los nuevos métodos de exploración del aparato circulatorio, el estudio del pulso ha perdido mucha de su primitiva importancia, aunque todavía puede dar informaciones útiles. La amplitud del pulso, su regularidad, igualdad, tensión y frecuencia, son las propiedades generales que todo médico explora todavía. Los métodos modernos de registro permiten un mejor conocimiento del pulso y suministran informaciones útiles sobre las variaciones de presión que se producen en las arterias de distinto calibre durante el ciclo cardíaco. C) TIEMPO DE CIRCULACION. Mediante la inyección en el torrente circulatorio de ciertas sustancias, se puede averiguar cuál es el tiempo más corto que la sangre emplea para atravesar un sector determinado del árbol circulatorio. Para conocer el tiempo que tarda la sangre en llegar a la lengua, por ejemplo, se inyecta en una vena del codo una sustancia que al llegar a dicho órgano da lugar a un sabor característico, y se miden los segundos transcurridos desde el momento de la inyección hasta la aparición de la sensación gustativa. En el hombre, el tiempo brazo-lengua es aproximadamente de 17 segundos y corresponde al siguiente trayecto: vena del codo, vena cava superior, aurícula derecha, ventrículo derecho, arteria pulmonar, capilares pulmonares, vena pulmonar, aurícula izquierda, ventrículo izquierdo, aorta, arteria carótida, y, por fin, una rama de ésta, la arteria lingual. Con el mismo método, podemos explorar otros sectores del organismo.

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