martes, 23 de julio de 2013

ANATOMIA Y FISIOLOGIA - Hipófisis

EL LOBULO POSTERIOR La parte nerviosa de la hipófisis se prolonga, como se describió, a través del tallo de la hipófisis, hasta la parte vecina del cerebro, el hipotálamo. Lóbulo posterior, tallo y parte relacionada del hipotálamo, constituyen una unidad anatómica y funcional. Se le reconoce a este lóbulo una función bien demostrada, que es la de regular la cantidad de orina que filtra por el riñón. A tal objeto, en este lóbulo se elabora una sustancia que pasa a la sangre y llega al riñón, frenando su producción de orina. Esta sustancia, llamada hormona antidiurética, es fácil de extraer si se preparan extractos de lóbulo posterior, pero su composición química no es bien conocida. Cuando espontáneamente se lesiona el lóbulo posterior o se lo extirpa por una operación quirúrgica, deja de producirse la hormona antidiurética y aparece la diabetes insípida. Se obtiene el mismo resultado cortando el tallo o destruyendo la parte del hipotálamo en la que se originan las fibras nerviosas que van por el tallo al lóbulo posterior. Los pacientes con diabetes insípida orinan cantidades extraordinarias que alcanzan a 10, 20, incluso 40 litros diarios, y están sometidos a la doble tortura de una sed insaciable y una necesidad frecuente de la micción. La orina es de color claro, y se diferencia de la orina de la verdadera diabetes porque no contiene glucosa. Si se da al enfermo lóbulo posterior de hipófisis desaparecen transitoriamente los síntomas de la diabetes insípida, por lo que hay que repetir continuamente el tratamiento. En el hombre se pueden inyectar extractos de este lóbulo o, simplemente, hacer inhalaciones nasales de polvo del mismo, como si fuera rapé. Se le atribuyen también al lóbulo posterior, además de la acción antidiurética, otras dos funciones que todavía no son bien conocidas. Una de ellas sería favorecer en la mujer la producción del parto, tesis en parte confirmada por el hecho de que se preparan extractos de este lóbulo capaces de inducirlo. La otra acción consistiría en regular la presión arterial, probada por Orlas, de la Argentina, en los batracios. Pero en los mamíferos faltan pruebas suficientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario