domingo, 28 de julio de 2013

ARQUEOLOGIA - Trabajos fuera de Europa

HALLAZGOS ARQUEOLOGICOS EN ASIA Aunque Europa y América sean los continentes mejor estudiados desde el punto de vista de las "ciencias del hombre", Asia ha procurado a los investigadores algunos testimonios interesantes de la existencia del hombre fósil. Conviene señalar, en primer término, que desde el punto de vista cronológico estos testimonios se refirieron, ante todo, a vestigios de industrias y que sólo en años muy cercanos a nosotros encontraron su ratificación antropológica. En efecto, los primeros hallazgos fueron los que Luis Lartet verificó en 1864, en el Líbano. El hallazgo de sílex tallados (hachas de mano en la forma amigdaloide típica de los coup de poing del Paleolítico europeo), acompañados de huesos de animales, determinó una corriente de investigaciones que dura hasta nuestros días. Gracias a ella hoy conocemos vastas colecciones de instrumentos de la Edad de la Piedra de Siria y de regiones vecinas del Asia Menor. Todas las fases de los distintos períodos de la industria europea —desde el tosco chelense hasta el Epipaleolítico aziliense— están allí representados. Estos diversos tipos de instrumental aparecen acompañados por restos óseos pertenecientes a una fauna fósil que comprende tanto especies extinguidas como emigradas. Los terrenos no removidos, de Siria y Palestina, permiten recoger materiales que, sin disputa, pertenecen a los tiempos pleistocenos. Ello nos deja advertir hasta qué punto estos hallazgos son mucho más viejos que las civilizaciones clásicas de Asiria, Caldea y Egipto. En 1878 Cartailhac inventarió las manifestaciones de la Edad de Piedra en el Asia. Los hallazgos posteriores han permitido engrosar y renovar sus conclusiones. Sin embargo, no todos los territorios asiáticos, más o menos vecinos, se han mostrado tan ricos como los ya nombrados. Persia, por ejemplo, es muy pobre en elementos del Paleolítico, como lo demuestran las infructuosas búsquedas de Jacques de Morgan, especialmente en contraposición con sus éxitos en Arabia y Mesopotamia. Savenkov ha hallado pictografías y petroglifos muy semejantes al arte paleolítico europeo en algunas localidades de la Siberia oriental. En esa misma región, al borde del río Lena, otros hallazgos han permitido determinar la asociación de puntas de flechas talladas en sílex y otros instrumentos en marfil tomado de los enormes colmillos del mamut. En cambio, la Mogolia oriental, Manchuria, Corea, Japón y China no presentarían, en toda su enorme extensión, testimonios convincentes de la existencia del período Paleolítico. Sin embargo, esta conclusión negativa no debe preocuparnos demasiado. Corresponde a un período apenas iniciado de estos estudios, que puede cambiar totalmente apenas ellos se realicen de una manera más intensa y sistemática. En el Asia meridional, en cambio, Noetling ha encontrado sílex tallados en terrenos pliocenos de Birmania central. Estos especímenes han sido discutidos. Algunos autores han entendido que se trataba de "eolitos" producidos por la acción inconsciente de las fuerzas naturales. Sin embargo, en la India otros hallazgos demuestran la existencia de un instrumental de piedra paleolítico, de indiscutible procedencia humana. Cerca de Madrás, en 1866, Foote encontró cuarcitas talladas, en forma de almendras, en terrenos netamente pleistocenos. La fauna asociada a estos y otros hallazgos semejantes demuestra que la antigüedad de tales restos de industrias es muy grande. Como en las otras regiones asiáticas que antes recordamos, diversos períodos están allí representados: desde el chelense hasta el solutrense aparece toda la gama habitual de formas. Cuddapah, en las cercanías de Madrás, es un centro de difusión en el cual la técnica paleolítica parece haberse perfeccionado grandemente, a estar a los estudios practicados por el arqueólogo indio Mitra. Este mismo autor ha recogido también informaciones muy interesantes acerca de pinturas rupestres, algunas de las cuales, como las del distrito de Raigahr, son similares, por sus temas de caza y de bailes con personajes enmascarados, a las de España. Otros elementos de dicho arte —especialmente algunas figuraciones de canguros— han permitido a aquel estudioso hablar de la existencia de una antigua cultura indio- australiana, que tendría su nacimiento en el Paleolítico superior. La isla de Ceilán, que por su posición geográfica es el lugar histórico de refugio de las poblaciones védicas más pobres y desamparadas de la India, ha dado, también, un conjunto de utensilios de cuarzo que, según Sarasin, recuerda la industria paleolítica del período magdalenense. Nuevos hallazgos han permitido a Wayland encontrar instrumentos que corresponden, asimismo, a los períodos chelense, musteriense y aurifiaciense y que, cronológicamente, serían la obra de viejas poblaciones autóctonas anteriores a la llegada de los vedas. Hallazgos análogos se han obtenido también en las islas Célebes y Sumatra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario