miércoles, 3 de abril de 2013

DERECHO PUBLICO - Congresos Internacionales

En otros tiempos se reservaba el nombre de "congreso" a las reuniones de soberanos o las de mayor importancia, dando a las demás el título de "conferencia". Hoy ambas expresiones se usan indistintamente, asistan o no Jefes de Estado. Cualquier gobierno puede tomar la iniciativa de convocar una reunión de esta clase, señalando su objeto o temas para tratar. Si la iniciativa es aceptada, se formula de común acuerdo el programa u orden del día. A veces se designa una Comisión preparatoria. Hay reuniones de sede permanente y otras que cambian de sede. Tienen sede permanente las Naciones Unidas, y la Organización de los Estados Americanos, pero esta última realiza conferencias temporarias en distintas capitales de América. A los Congresos o Conferencias los Estados envían uno o más delegados, pudiendo un delegado representar a varios Estados. En las delegaciones numerosas suele haber presidente, delegados, secretarios, asesores, peritos, traductores, empleados. Cada reunión internacional tiene su reglamento interno, preparado juntamente con el programa o en las primeras sesiones. No todos los Congresos o Conferencias tienen carácter diplomático; los hay también de índole comercial, económica, científica. Los delegados a Congresos diplomáticos van munidos de plenos poderes; en las demás reuniones bastan las credenciales o cartas- poderes. A su arribo, los delegados presentan sus documentos habilitantes y un comité practica su verificación. En las sesiones plenarias y de comisiones, se señala a cada delegación asiento por orden alfabético o por sorteo, y ese orden se observa en las votaciones. La sesión inaugural tiene casi siempre un carácter de solemnidad. En ella, un alto dignatario del Estado da la bienvenida a los delegados con un discurso en que se expone someramente el objeto de la convocatoria y formula votos por el buen éxito de las deliberaciones. Los delegados encomiendan a uno de ellos la contestación en términos apropiados. En la primera sesión se elige presidente y uno o varios vicepresidentes. Preside por lo general el primer delegado del país en que se realice la reunión, con excepción de las Asambleas de las Naciones Unidas. Si en el orden del día figura un número excesivo de temas, se designan Comisiones para su estudio, que eligen un presidente para dirigir los debates y un relator o miembro informante o rapporteur, encargado de enterar a la sesión plenaria de las resoluciones aprobadas por cada Comisión. A veces se crea una Comisión de Iniciativas, que resuelve la admisión o el rechazo de nuevos temas o proyectos. En las reuniones diplomáticas no se vuelven a discutir las cuestiones ya debatidas en las Comisiones; los disconformes pueden abstenerse de votar, o votar con reservas. En los grandes Congresos o Conferencias se redacta un Acta final o Acta general en que se transcriben todos los tratados, convenciones, resoluciones, recomendaciones y votos aprobados, con la mención de las abstenciones o reservas que se hayan producido. No hay idioma diplomático universal. En muchos Congresos del siglo XIX se empleó el idioma francés; en las Naciones Unidas son idiomas oficiales el inglés y el francés; en las Conferencias Panamericanas, el inglés, el castellano, el portugués y el francés. En la UN, el inglés, francés, ruso y español. La sesión de clausura tiene carácter solemne. En ella, el presidente hace un resumen de los resultados obtenidos y, a continuación, algún delegado pronuncia un discurso agradeciendo la hospitalidad brindada por las autoridades locales, o elogiando la labor desarrollada.

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