lunes, 8 de abril de 2013

FILOSOFIA - Filosofía Presocrática

LAS ESCUELAS PRESOCRATICAS Suele repartirse a los filósofos presocráticos en cuatro escuelas distintas: la "jónica", la "Itálica", la "Eleática" y la "Atomística". Con el nombre común de jonios ha reunido la historia a varios filósofos, que de ningún modo están ligados por la unidad de la doctrina; sino que sólo tienen en común lo que Aristóteles enseña en su primer libro de la Metafísica, capítulo in: "Entre aquellos que primero filosofaron, la mayor parte pensó que es en un elemento material en donde se hallan los principios de todas las cosas. En efecto, aquello de que se hallan constituidos todos los seres, lo que forma el principio de su nacimiento y en lo cual al fin se disuelven; la esencia persistente y que sólo cambia en sus modos, dicen ellos que es el elemento y el principio de los seres... En cuanto al número y la naturaleza de los principios, profesan doctrinas diferentes". Las obras de los primeros sabios o físicos, se titulan, comúnmente, De la naturaleza, o, acerca de la naturaleza. Estas obras contienen, a un tiempo, los orígenes de las ciencias naturales y las síntesis filosóficas más audaces. Por esta circunstancia, los pensadores cuyas ideas vamos a exponer brevemente interesan tanto a los historiadores de la ciencia como a los de la filosofía. En Mileto, por los años de 625 a 546, florece THALES. Es maravilloso comprobar el hecho extraordinario que significa el auge de la vida mental de la humanidad durante el siglo VI antes de Jesucristo. Porque, si ya es insólito el fenómeno del desarrollo intelectual en un siglo y un país dados, por ejemplo, el siglo XVII francés o el siglo alemán de las letras, la música y la filosofía (1750-1850), cuánto más raro es advertir cómo, durante la sexta centuria antes de Cristo, florecieron simultáneamente, en Israel, Grecia, China y la India, algunos de los hombres que más han honrado al humano linaje: Isaías, Thales de Mileto, Pitágoras, Jenófanes, Confucio, Lao- Tse y Sakiamuni 1 ¿Cuál podría ser la razón suficiente de haber aparecido, en los términos de un sincronismo privilegiado, tantos espíritus extraordinarios? ¿Se deberá esta constelación de ingenios supremos a alguna desconocida y sutil influencia cósmica? Con razón ha podido escribir Wells en su compendio de Historia del mundo, refiriéndose al siglo de que tratamos: And it may be noted here, how important a century this century B. C. was in history of humanity.

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