martes, 21 de mayo de 2013

FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX

LA FILOSOFIA PRAGMATICA La concepción metafísica de la filosofía se reveló improcedente en Norteamérica. Ya hacia fines del siglo XIX se hacen intentos enderezados a trazar nuevas rutas en la filosofía. De parecida manera que en Europa, el punto de reunión fue la Filosofía de Kant. Muy pronto se desarrolla en el pensamiento norteamericano un estilo de filosofar próximo a aquel aspecto de la doctrina kantiana que subraya el postulado de la acción, el primado de la voluntad. Haciendo caso omiso de la significación constitutiva de las categorías (esto es, de los principios teoréticos y ontológicamente determinativos de la realidad), se trata de explicar el mundo y la vida en función de la significación regulativa y práctica que puedan tener para la experiencia dichas categorías. Semejante doctrina es el pragmatismo, y su fundador, CHARLES SANDERS PEIRCE (1839-1914). Peirce parte conscientemente de Kant. Lo que este filósofo afirmaba de las ideas de la razón como principios regulativos, lo extiende ahora Peirce a todas las categorías del pensamiento, a toda actividad del pensar humano. Hay que explicar o esclarecer los conceptos en términos teleológicos y pragmáticos. Esencia y fin del pensamiento son las reglas de la acción, o, como suele decir Peirce, las convicciones. Un mismo pensamiento puede revestir distintas formas verbales, pero si éstas son incapaces de sugerir diferentes actos, no pasan de ser un lujo exterior. El desarrollo del significado de una idea determina la conducta que ella es capaz de sugerir. Para dar a nuestras ideas una claridad apetecible, deben ser estudiados todos los efectos prácticos que podemos hallar en un objeto. Una formulación aun más precisa del pragmatismo da WILLIAM JAMES (18421910). Para este pensador, el conocimiento humano y la ciencia se explican por los servicios que éstos prestan a la conservación de la vida. La verdad del conocimiento no es, como quiere la filosofía tradicional, una relación objetiva de lo real con lo ideal, sino aquello que fomenta la vida, lo prácticamente eficaz en la existencia, en cuanto guía y conserva la acción (pragma). "¿Cuál es en suma", pregunta James, " el valor efectivo (cashvalue) de la verdad en términos de experiencia?" En su obra de carácter pedagógico Charlas a los maestros concibe la educación como un proceso vivo que permite al hombre reaccionar adecuadamente ante las más diversas circunstancias. "Nuestra educación significa poco más que una masa de posibilidades de reacción, adquiridas en el hogar, en la escuela, en el trato social". En JOHN DEWEY (1859-....) la filosofía pragmática toma el nombre de instrumentalismo. El pensamiento, dice este eminente filósofo y pedagogo, es un instrumento de readaptación; es un órgano de ciertos modos de comportamiento, no de conocimiento del mundo". El pensamiento es un instrumento de readaptación; es un órgano lo mismo que los miembros y que los dientes. Las ideas son contactos imaginados, experimentos de ajuste, pero no de ajuste pasivo ni de simple adaptación spenceriana. El pensamiento es un instrumento de control en la vida, una herramienta de que se sirve el hombre en la lucha por la existencia. Todo conocimiento tiene valor y sentido cuando es un medio adecuado para actuar frente a un estímulo. Una idea es verdadera en la proporción en que es un instrumento efectivo para explicar la experiencia y realizar objetivos humanos. Las proporciones y leyes del conocimiento, del propio modo que las conquistas particulares de las ciencias, son medios o instrumentos para transformar nuestra representación del mundo, haciéndola progresar de una etapa relativamente indeterminada a una relativamente más determinada. Pero la esencia del instrumentalismo pragmático es concebir tanto el conocimiento como la práctica, a manera de medios para la acción.

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